La última película dirigida por el veterano y exquisito cineasta Michael Mann es Ferrari, protagonizada por Adam Driver, quien da vida al legendario Enzo Ferrari, y Penélope Cruz, interpretando a su mujer, entre otros. Un estupendo filme, que vuelve a poner de manifiesto el excelso sentido de la realización cinematográfica que posee el director estadounidense, estrenado en febrero de este año en nuestro país sin causar demasiado ruido, y que no tiene (ni probablemente tendrá) una edición física por aquí, por lo que es necesario, de nuevo, recurrir a la importación si se quiere disfrutar en casa con propiedad. Realizamos un breve comentario del mismo y enseñamos a continuación la bonita caja metálica con que ha sido publicado en Italia (Eagle Pictures), país con el que comparte producción y único, hasta el momento, que lo ofrece en el lujoso formato 4K.

Módena 1957. Enzo Ferrari (Adam Driver), ex piloto y diseñador del coche más famoso en el mundo, vivía una crisis personal y profesional. La empresa que había creado de la nada diez años antes está en graves dificultades y el matrimonio con su esposa Laura (Penélope Cruz) también se está tornando cada vez más tormentoso tras la muerte de su único hijo, Dino, y el descubrimiento de la existencia de Piero, el hijo que Ferrari había tenido de una relación extramatrimonial. Buscando redención, el «Drake» decide apostarlo todo en una carrera de velocidad que se desarrolla en Italia: la legendaria Mille Miglia.

Fiel a su poderoso estilo cinematográfico, Michael Mann aborda la compleja figura de Enzo Ferrari desde el más absoluto respeto, pero encarando cada una de las aristas que lo definieron y forjaron como uno de los más respetados hombres de negocio de su país, capaz de levantar y mantener con fulgor un imperio automovilístico pese a la tormentosa vida personal que hubo de enfrentar. Así, el relato familiar, el amoroso y el empresarial se entremezclan sin remisión con el puramente deportivo, estableciendo un fresco narrativo, siempre presidido por la omnipresente (y potente) figura que encarna con brío el enorme Adam Driver, dotado de ritmo, precisión y verdad que logra abrumar al espectador cuando pisa a fondo el acelerador en mitad de las carreteras rurales donde acontece la tristemente célebre Mille Miglia (varios muertos en el camino a costa de la victoria).

En las siguientes fotografías puede verse la edición con todo detalle (clica en cualquier imagen para acceder a la galería):

La edición, lanzada por Eagle Pictures, viene presentada en una caja metálica (steelbook) protegida por una funda de cartón que no la envuelve por completo (J-Card) y que contiene todas las especificaciones técnicas de la edición; en resumen: pista original en inglés -que incluye diálogos en italiano- codificada en DTS-HD Master Audio, y pista doblada íntegramente al italiano en el superior formato Dolby Atmos, todo ello solo con subtítulos opcionales en italiano. No hay español en ninguna parte porque los derechos de nuestro idioma corresponderían a la distribuidora local, Diamond Films, que no edita en físico en nuestro país (de ahí la hipótesis que auguraba en el párrafo introductorio).

En el interior de lo que, sin duda, es un precioso steelbook con fondo -cómo no- rojo y motivos de los personajes principales del filme, limpio de textos en su parte trasera tal y como puede verse en las fotos, disponemos de dos discos, uno para la película en Blu-ray y otro en UHD (resolución 4K), respetándose en ambos, lógicamente, la relación de aspecto de la película original en el vasto panorámico que posibilita el formato 2.39:1. Quitados los discos y el set de cinco postales que también se ofrece (mostrando personajes y paisajes, así como breves textos explicativos de sus historias al reverso), encontramos la sencilla, pero elocuente, palabra que da título a la cinta, sobre el mismo rojo inmaculado que define a la escudería italiana. Los contenidos adicionales se limitan a una serie de featurettes sobre la producción, en inglés.