Thriller: A Cruel Picture (Desenlace mortal), en edición limitada UHD por Vinegar Syndrome
octubre 21, 2022 por Roberto García-Ochoa Peces
Nos movemos aquí en los terrenos del culto cinematográfico más expandido (y autoasumido): Thriller: A Cruel Picture, retitulada en España como «Desenlace mortal», fue editada hace unos meses por el sello estadounidense Vinegar Syndrome con la mejor calidad imaginable para una obra de estas características: imagen UHD a partir de un escaneo en esa misma resolución, 4K, del negativo original. Cinta sueca del año 1973 dirigida por Bo Arne Vibenius, nacido en una localidad de Estocolmo y formado en labores técnicas al lado del maestro Ingmar Bergman -fue director de la segunda unidad y ayudante suyo en los rodajes de Persona (1966) y La hora del lobo (1968)-, supone uno de los máximos exponentes del denominado cine Grindhouse (un circuito, literalmente, alternativo al de la exhibición comercial en EE.UU., merced a su escaso celo en la mostración de temáticas sórdidas, por lo común concebido a partir de títulos de presupuesto despreciable), y la rampa de lanzamiento definitiva para la estrella del softcore Christina Lindberg. Destripamos esta lujosa edición tal y como se merece en las siguientes líneas (y fotos).

Thriller: A Cruel Picture, en España también conocida como «Desenlace mortal», es una cinta extraordinariamente violenta (en su versión sin censura, que alcanza los 108 minutos de duración), incluyendo insertos gore y pornográficos, pero que se pauta, empero, a partir de un ritmo moroso, desacelerado incluso hasta el ralentí en sus secuencias finales, con una explosión vengativa mostrada en cámara súper lenta (cerca de 1000 frames por segundo). No es casual esta puesta en escena, considerada la formación cinematográfica del realizador Bo Arne Vibenius en su Suecia natal, y su intención es fácilmente deducible: el cocinado a fuego lento de un concepto de la venganza que se eleva a su máximo exponente, y que se demostrará brutal e irrefrenable; una suerte de torrente-máquina exterminador personificado en la inicialmente virginal, inocente y desprotegida Madeleine, a la sazón (y forzosamente) reconvertida en un ser sin escrúpulos que (sobre)vive con un único objetivo, inundada su psique de pasajes aterradores. El hecho de su mudez trastornada no hace sino acrecentar la sensación de abandono y profundo desasosiego que atormenta al personaje central, si bien existe una apreciable inclinación tanto narrativa como estilística en el conjunto tendente a la sobredimensión, cuestión que, a su vez, ha sumado para la forja de este título como un clásico de la explotación en el más amplio sentido de la palabra, o el polémico ensamblaje entre sexo y violencia sin ningún ánimo de trascendencia.
¿El resultado de semejante artefacto explosivo, confeccionado a partir de material fílmico altamente inflamable, y de alcance artístico difícilmente asumible? Aparte de causar fascinación entre los más aviesos -célebre es el caso de Tarantino, quien revivió al personaje en las carnes de Daryl Hannah interpretando a Elle Driver en Kill Bill-, provocó la prohibición en su país natal, así como en medio mundo más; el filme permaneció, por tanto, muy difícil de visionar según su concepción original y de manera legal… hasta ahora. Publicada en los últimos lustros en multitud de bootlegs de dispar calidad a lo largo y ancho del globo (en EE.UU. fue Synapse Films quien la había sacado con anterioridad en sendos DVDs extraordinariamente pobres en comparación; en España, por ejemplo, era también fácil encontrarla, en un Blu-ray «pelado» y alegal, en muchos comercios legales, y a un precio bastante ajustado), esta edición más que definitiva se puso a la venta oficialmente en mayo de 2022, pero sus 10.000 unidades se agotaron nada más salir, debido al elevado número de reservas que recibió el maravilloso sello Vinegar Syndrome.
Se presenta en un precioso box set ilustrado que contiene dos cajas individuales -a su vez envueltas en las características fundas a las que nos tiene acostumbrada esta editora, sinónimo de calidad y robustez-: la primera con la versión original, íntegra y sin censuras del filme (108 minutos), en idioma sueco con subtítulos opcionales en inglés, además de contener otra pista con el doblaje en inglés, así como un audiocomentario a cargo de Alexandra Heller-Nicholas, crítica y escritora; la segunda, con la versión creada por la American International Pictures para exportar a los espectadores norteamericanos, que incluyó metraje adicional inédito (amén de recortar las escenas más explícitas en violencia y sexo) dando como resultado una película diferente, si bien con la misma base del metraje, titulada: They Call Her One Eye, o Hooker’s Revenge, cuando formó parte de un doblete con otra producción de serie B para exhibirse en ciertas salas de barrio. Como extras más destacados, dentro del primer estuche encontramos el documental «Thriller – A Cruel Documentary», de 43 minutos de duración y narrado por el propio Bo Arne Vibenius, que muestra entrevistas con la actriz principal y otros actores y dobles de acción que participaron en la producción, además de diversos tráilers y teasers; mientras, en el disco correspondiente a They Call Her One Eye, disponemos de la entrevista del año 2017 «Adrián and Christina”, hecha por el cineasta mexicano Adrián García Bogliano, así como un Q&A en el festival Alamo Drafthouse, tras la proyección de Thriller ese mismo año.
Este box set es una edición combo, conteniendo cada estuche dos discos: uno en UHD (definición 4K, 2160 líneas progresivas) y otro en Blu-ray (1080p) y libre de región, que contienen las películas presentadas en su Aspect Ratio original de 1.66:1, con codec HDR y sendas pistas de sonido codificadas en DTS-HD Master Audio, con los subtítulos antes comentados, en los discos UHD, y luciendo sencillamente increíble en 4K merced a su escaneo del negativo original de cámara en 16mm.
A continuación se muestra una galería de fotografías (clica en cualquiera para acceder) que enseña en detalle esta explosiva edición slipbox, bellamente ilustrada con dibujos creados para la ocasión: