La residencia (The House That Screamed), en Blu-ray limitado por Arrow Films
marzo 7, 2023 por Roberto García-Ochoa Peces
Arrow Films rescata una de las piezas mayores del denominado fantaterror, que bien puede ser considerada como la gran impulsora del mismo: La residencia, dirigida en 1969 por Narciso Ibáñez Serrador, amistosamente conocido como «Chicho». La presenta en una edición limitada en Blu-ray -hay dos, y la que mostramos a continuación, que exhibe el «artwork» original en inglés, solo puede comprarse en la tienda oficial del sello-, envuelta en una funda y con la inclusión de un póster reversible más un libreto con comentarios sobre el film en su primera tirada. Pero lo más importante radica, en primer lugar, en la inclusión de dos montajes: el español, más largo y sin aparente censura, de 105 minutos de duración, y el usado para el estreno en salas estadounidenses, recortado hasta los 94 minutos; y, sobre todo, en la excelsa calidad audiovisual con que se ofrece aquí esta película indeleble, en un trabajo de restauración impecable que permite disfrutarla como nunca antes se había logrado en formato doméstico.
Thérèse (Cristina Galbó) es la última chica en llegar a una residencia «para jóvenes desviadas» que está dirigida por la iracunda y autoritaria señora Fourneau (Lilli Palmer). A medida que se acostumbra a las nuevas rutinas impuestas por esta y por su alumna preferida Irene (Mary Maude), quienes le dejan claro la imposibilidad de abandonar el recinto, descubre que, en los últimos tiempos, una serie de residentes han desaparecido misteriosamente. Entretanto, las tensiones crecen en el interior de esta institución aislada, a medida que el hijo adolescente de Fourneau, Louis (John Moulder-Brown), ignora las órdenes de esta para no espiar ni, mucho menos, relacionarse con cualquiera de las interinas.
Primera película del director nacido en Montevideo Narciso Ibáñez Serrador, La residencia (o el sugerente «The House That Screamed» en su título para exportación) llegó después de que finalizara, un año antes, la emisión en TVE de la segunda temporada de su legendaria serie de televisión Historias para no dormir, y para ello contó con un generoso presupuesto, inédito en nuestro país en producciones de esta índole, que comenzarían a multiplicarse, precisamente, a raíz de su estreno y éxito. A ello contribuyó, sin lugar a dudas, el interesante reparto, que a la presencia de rostros conocidos de nuestro cine como Cristina Galbó, Maribel Martín, Cándida Losada o Víctor Israel, se sumaría la de figuras internacionales de la talla de Lilli Palmer (que había rodado con Hitchcock, entre otros), o los ingleses John Moulder-Brown y Mary Maude, quien debutaba en la pantalla grande, así como también resulta apreciable a partir de los ostentosos decorados y la excelsa dirección de arte presentes en esta verdadera obra maestra de nuestro cine.
La cinta es un acertado conglomerado de géneros y temáticas pautadas bajo la elegante batuta que despliega Chicho, quien, no obstante, no duda en romper ocasionalmente el tono clásico del relato para introducir experimentaciones en la imagen y el sonido a través de fundidos radicales, distorsiones, aceleraciones, ralentís o desvaídos en la estupenda banda sonora de Waldo de los Ríos justo en los momentos cumbre, los más insospechados, para mayor sobresalto del vidente (o el auténtico pasmo, en el caso del espectador de la época); pura genialidad producto de una mente adelantada a su tiempo, con la plusvalía del necesario regate a la censura franquista. Confluyen, pues, a lo largo y ancho de estas imágenes el gótico (proveniente de la obsesión del autor, entre otros, por Allan Poe; o derivado a partir de las más recientes producciones italianas dentro del género), la tiranía más despiadada -que enlaza con el placer voyerista desde el ejercicio del sadismo-, generosas dosis de lesbianismo reprimido (violento… y violentado), raciones de costumbrismo local, terror psicológico (enfermo, escandaloso por definición -y no poco influenciado por Psycho (1960-) y, por último, ecos del giallo, a través de los asesinatos y la vertiente whodunit de la historia. En suma, un ejercicio de alta tensión, bien sostenido durante una hora y cuarenta y cinco minutos, que supone un auténtico gozo para los sentidos del aficionado al cine de género, o cabría decir del cine en general.
La película se presenta en su relación de aspecto original de 2.35:1 y con la imagen restaurada por el equipo de Arrow a través de los estudios R3Store Studios de Londres, partiendo de un escaneo del negativo original en 35mm. ofrecido por Codicine Contenidos Digitales Cine y Keyframe Servicios Audiovisuales, ambos con sede en Madrid. Se indica que una parte de los materiales en HD proviene de los archivos de la MGM y de la londinense Park Circus, y he aquí el quid de la cuestión: según parece, no existe una copia íntegra como tal de La residencia, de ahí que para conseguir ese montaje uncut se haya tenido que partir de otras fuentes, como ya sucedía en anteriores ediciones del filme. No obstante, y a diferencia de lo que sucedía en aquellas -véase, si no, la suerte que corrió la copia alemana en Blu-ray lanzada hace un lustro, lo más parecido a un Frankenstein cinematográfico para el mercado doméstico-, el trabajo realizado con tal motivo para esta edición es, sencillamente, asombroso: sí, si se presta la suficiente atención puede apreciarse que la calidad de la imagen no es exactamente la misma en determinadas secuencias o planos (aquellos supuestamente «insertados»), pero la diferencia es tan leve que solo merece la pena detenerse en ello para subrayar y aplaudir semejante trabajo de costura, que ha resultado en un manto limpio y con su esplendoroso colorido realzado, luciendo así, sencillamente, como nunca ha lucido desde su concepción hace ahora más de cincuenta años (las fotos que acompañan a este texto son capturas reales de este lanzamiento).
El disco Blu-ray contiene ambas versiones de la película, la española sin censura (105 minutos) y el montaje para cines estadounidenses (94), mediante la técnica del «seamless branching», esto es, aunque parecen dos contenidos separados en realidad se nutren de la misma fuente de imágenes, solo que cargándose unas u otras en función de la versión escogida (cuyos audios y subtítulos, por tanto, no es posible cambiar al vuelo). Urge avisar que en el español existen tres líneas de diálogo que se presentan en inglés, dado que no existe doblaje para las mismas, pero son frases muy cortas que en total suman unos seis segundos; este corte puede verse en nuestro idioma o en inglés, con subtítulos opcionales en inglés, mientras que para el montaje norteamericano solo existe una pista en inglés, con los mismos subtítulos, todas ellas en formato mono 1.0.
Los contenidos adicionales son numerosos y bastante aprovechables, aportando información a partir de entrevistas nuevas o de archivo, a saber: audiocomentario de la crítica Anna Bogutskaya; This Boy’s Innocence, charla cercana a la media hora con el actor John-Moulder Brown; otra entrevista, de once minutos, con la actriz Mary Maude, grabada en la edición del 2012 del Festival of Fantastic Films, en Manchester; All About My “Mama», con el autor de la historia original de La residencia, Juan Tébar (9 minutos); The Legacy of Terror, con el hijo del director, Alejandro Ibáñez Serrador (14 minutos y hablada en español, la única junto a la anterior enumerada); y la última, con el Dr. Antonio Lázaro-Reboll, titulada Screaming the House Down, donde durante más de veinte minutos desglosa el por qué de la importancia de una obra como esta. Además, se incluye un reel de seis minutos con los títulos de crédito en español, una escena suprimida y cortes alternativos o rodados en distinto ángulo de escenas presentes en nuestro montaje (todo ello proveniente de fuentes alternativas y, por tanto, con una notable peor calidad de imagen), el tráiler original, dos spots de televisión y un de radio.
Por último, y en lo referente a la presentación, como se apuntaba arriba esta versión viene envuelta en una funda que reproduce el póster internacional de la película, con el título de The House That Screamed acompañado del espléndido eslogan promocional «One by one they will die! Only the killer knows why, and how, and who is next!». En el interior tenemos una caja amaray con esta misma carátula, reversible con otra que tiene un nuevo arte comisionado por Colin Murdoch, así como un póster también reversible con estas mismas imágenes y, por último, un libreto ilustrado de 24 páginas con el artículo «The Horror That Screamed: Narciso Ibáñez Serrador’s Cult Film La Residencia», escrito por Shelagh Rowan-Legg.
En las siguientes fotografías podéis ver la edición física con todo detalle (pincha en cualquier imagen para acceder a la galería fotográfica):