Phil Tippett es un maestro de la animación norteamericano que lleva trabajando en la industria del cine más de cincuenta años, participando en la creación de los efectos especiales de la trilogía original de La guerra de las galaxias junto a George Lucas y su Industrial Light & Magic y, años más tarde, en Robocop (Paul Verhoeven, 1987) o Parque jurásico (Steven Spielberg, 1993). Fundó su propia compañía, Tippet Studio, a mediados de los ochenta y, una década después, comenzaría un proyecto babilónico que finalmente tardaría más de tres décadas en ver la luz: Mad God. Presentada en el festival de Locarno en agosto del 2021 y estrenada por el canal Shudder en territorio USA, esta espectacular y algo más que sorprendente cinta de animación -que emplea el stop motion como su principal, pero no única técnica- pudo verse en pantalla grande en el festival de Sitges de ese mismo año, permaneciendo desde entonces inédita en nuestro país en cualquier formato de exhibición hasta que recientemente se incorporó a la plataforma AMC+, perteneciente a Prime Video. Mostramos a continuación la mejor edición física que ha tenido este oscuro filme a nivel mundial, editada por el sello alemán Plaion Pictures.

Una misteriosa figura, envuelta en una chaqueta y una máscara de gas, y que en los títulos de crédito figura como «el asesino» -la película presenta algunos diálogos, pero no son comprensibles-, desciende a un mundo en ruinas e infernal a través de una campana de buceo. En su poder, tiene un mapa y una maleta.
Viajando por el inframundo, se encuentra con muchas criaturas que son presas sin piedad de monstruos más grandes. Finalmente, llega a una ciudad que es el hogar de un ejército de drones sin rostro, aparentemente gobernados por una monstruosidad con dientes sucios y carne quemada que solo habla con balbuceos de bebé. En las profundidades de las entrañas de la ciudad, el asesino descubre una montaña de maletas como la que porta; abre la suya, revelando una bomba con temporizador, que coloca y se prepara para detonar, pero no se da cuenta de que hay un monstruo que se arrastra detrás de él, atacándolo y arrastrándolo a continuación sin que haya completado su secreta misión… El asesino aparecerá entonces encadenado a una mesa, desnudo frente a una multitud de espectadores, con los ojos saliendo de sus órbitas ante el bisturí que porta el cirujano situado frente a él, ayudado por una enfermera.

Esta maravillosa locura dirigida por Phil Tippett (ganador incluso de una estatuilla dorada de la Academia por la animación de Jabba el Hutt en El retorno del Jedi, 1983), se trata de una obra de marcado carácter experimental, sin texto -solo en el inicio, a modo de introducción a ese viaje hacia el inframundo que estamos a punto de emprender, se ofrece un pasaje del Levítico-, en la que el espectador se ve forzado a acompañar a un personaje a través de los distintos infiernos por lo que ha de atravesar en su arriesgada misión, cruzándose con toda clase de seres, máquinas y fluidos, todo ello al son de una exquisita y envolvente música progresiva.
A lo largo del recorrido a través de este subyugante y mastodóntico ejercicio de superación y éxtasis cinematográfico (30 años hasta su completitud se dicen pronto), inundado de surrealismo y barbarie en dosis parejas, pueden apreciarse citas a Harryhausen, Švankmajer e, incluso, al mismísimo Fritz Lang de Metropolis (1927), y es que su complejidad no para de crecer a medida que se suceden sus imágenes. Ver para creer, es una obra diseñada para los amantes de las texturas weird, la literatura del averno y una exhibición sin reparos de ascendencia gótica y configuración arcana, que apuesta de manera entusiasta y honrada por la animación tradicional (más trabajosa, pero acaso más reconfortante) en lugar de plegarse a los beneficios inmediatos capaz de aportar la técnica moderna del CGI. Búsquenla y prepárense para una experiencia única. No la olvidarán con facilidad.

Esta edición limitada de coleccionista, publicada en el mercado alemán, se presenta en una caja robusta y muy bien ilustrada con motivos del filme, incluyendo detalles en brillo en la portada (ver galería de fotos en detalle a continuación). En su interior encontramos tres pósters, dos libros -uno de cuarenta páginas con un ensayo firmado por Rolf Giesen (en alemán), iustrado con imágenes; y otro de sesenta que muestra todo el proceso creativo detrás de la cinta, desde storyboards, a diseños y fotos de las diferentes criaturas empleadas en el rodaje- y un estuche de tipo digipack que aloja tres discos: Mad God presentada en Blu-ray y DVD, y un segundo Blu-ray con un documental sobre la obra y maestría de Phil Tippett.
En las siguiente galaería de fotos puede verse la edición con todo detalle (pulsa en cualquiera para acceder):

























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