Vinegar Syndrome acaba de lanzar el último giallo que firmase Lucio Fulci, Murderock – Uccide a passo di danza, conocida en España como Danza mortal. Un entretenido whodunit en el que el maestro del gore se aprovechó del boom de las películas musicales de los años ochenta para imprimir su particular sello. Se trata de una edición con presentación de lujo, en caja dura, con slipcover interior y un librito de cuarenta páginas con diversos ensayos, que recupera el filme a partir de un escaneo y restauración en 4K desde los negativos originales de cámara. La mostramos en detalle y repasamos este título a partir de unas notas breves.

 
Retomando un guion que tenía escrito ya en la década anterior, titulado “Enigma”, y aprovechando el filón abierto por las películas musicales tipo Fama (Alan Parker, 1980) o Flashdance (Adrian Lyne, 1983), que tanto éxito estaban cosechando entre los espectadores de la época, Lucio Fulci pegó un volantazo momentáneo a su alocada carrera para entregar Murderock, clausurando de esta manera su aportación a nuestro marco de estudio. Una cinta que sorprende por la escasa repercusión que ha obtenido en el ámbito de su filmografía, puesto se trata de uno de sus ejercicios cinematográficos más originales, medidos y estimables, y eso a pesar de no escatimar en la radicalidad inherente a su discurso. En ella renuncia al gore que definía la mayor parte de sus propuestas aledañas –en especial sus filmes de horror sobrenatural y su anterior incursión en terreno de color amarillo chillón, El destripador de Nueva York (1982)–, pero a cambio se sirve de un género en alza para reventarlo desde dentro y hacer emerger la figura del killer enguantado a la antigua usanza, anexo a la fanfarria prototípica de esta clase de productos musicales.

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Por último, el tráiler de la edición, preparado por Vinegar Syndrome: