Vinegar Syndrome ha publicado este mes la película de ciencia ficción Fire Maidens of Outer Space, dirigida por Cy Roth. Se trata de una modesta producción inglesa de los años cincuenta –fue rodada en los estudios de la MGM de dicho país– que se enmarca en el boom que vivió el género durante esta década, con una onda expansiva que circuló desde territorio estadounidense al continente europeo, caso de la que nos ocupa. Repasamos brevemente este título (de más que dudosa calidad) mientras enseñamos, al final de estas líneas, la atractiva edición con funda con que la ha puesto a la venta el conocido sello.

En una misión espacial secreta, un equipo se lanza al espacio para explorar la decimotercera luna de Júpiter. Envuelta en niebla y misterio, solo esta luna tiene el potencial de albergar la vida tal como la conocemos. Al aterrizar, estos cinco exploradores se encuentran no solo con los restos de la Atlántida, sino también con más de una docena de doncellas jóvenes y su «padre», Prasus. Ansioso por relanzar Nueva Atlántida, pero sin suficientes hombres para poblar la sociedad, Prasus está encantado de recibir a estos invitados masculinos. Sin embargo, aunque la tripulación del cohete se las promete feliz, desconoce que este paraíso lunar se ve amenazado por un monstruo hosco que acecha desde la sombra…

Fire Maidens of Outer Space fue la última de las tres películas dirigidas por Cy Roth, amén de un capítulo para la serie televisiva Douglas Fairbanks Jr, Presents. Visto el resultado de la que nos ocupa, no es de extrañar. Lanzando el gancho al espectador de la época a través de la embellecida visibilización que se ofrece de un grupo de jóvenes y guapas mujeres que viven en la referida «Nueva Atlántida» (evocada, eso sí, a partir de cuidados decorados, al menos en lo que a interior se refiere), comandadas por un único hombre y que acogen a la tripulación masculina con el fin de repoblar la civilización, lo cierto es que el libreto no da demasiado de sí como para tomar en serio, ni siquiera, la posible derivada machista del asunto. La trama bascula entre el rapto del capitán (Anthony Dexter) y las idas y venidas, en el exterior del recinto, de sus camaradas, sitas entre la indecisión en torno al rescate y el encuentro con la temible criatura del espacio exterior que acosa este bendito microcosmos.
Así, a falta de efectos especiales más allá de los de la superposición en torno al aterrizaje del cohete –curiosamente, uno de verdad, modelo V-2 y confiscado a los nazis por las tropas americanas a su regreso de la Segunda Guerra Mundial–, y de unas actuaciones sencillamente correctas, son algunas escenas de baile y la música ocasional (exhibida, incluso, en modo diegético en determinados pasajes), confeccionada a partir de extractos de Dances from Prince Igor, del compositor ruso Aleksandr Borodin, los escasos puntos de interés de esta anodina obra. Una capaz de atreverse a enseñar a un «monstruo» ante el que solo cabe sonreír desde bien temprano…. y dejarse llevar en los ochenta minutos que siguen.

Esta cinta menor de la ciencia ficción, recuperada y restaurada nada menos que a resolución 4K por el intrépido sello norteamericano a partir del interpositivo conservado en 35mm, luce impecable a través de este Blu-ray, que ofrece la pista de audio original en inglés (codificada en mono) y subtítulos opcionales en el mismo idioma. Además, el disco dispone de un racimo de interesantes contenidos adicionales, como dos audiocomentarios de historiadores y otro par de vídeo-ensayos a cargo de especialistas (sin subtítulos).
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Por último, el tráiler de la edición, preparado por Vinegar Syndrome:
