Crónica de Cortópolis IV. Abril de 2013

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Tuve la oportunidad de llegar bastante antes del comienzo a esta cuarta edición de Cortópolis. Y allí, en el hall de los cines Kinépolis, pude observar las caras de los miembros de la organización: nervios pero también ganas, y sobre todo, una extrema atención para que cada pequeño detalle no escape a la suma del anhelo de perfección, de la lucha constante por el logro de cuajar un gran festival. Si algo distingue a Cortópolis de cualquier otro certamen es esto: la atención. Y semejante característica no hace sino que el público se sienta atraído por el mismo, y que, mes tras mes, vuelva a repetir, para volver a completar el aforo de la sala correspondiente. Un éxito del trabajo en equipo. Desde estas humildes líneas, mi más sincera enhorabuena. Porque hacer un cuatro de cuatro rotundo no es tan fácil como pudiera parecer.

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Si a lo anterior le añadimos una notable ración de cortometrajes, el resultado es una noche especialmente atractiva y disfrutable. Con la novedad de la incorporación como presentador del propio bebé-símbolo de Cortópolis, arrancó esta cuarta edición. Gracias, chistes y frases atrevidas con las que sorprender al público (y a un servidor, que vio este blog anunciado en pantalla grande con el comentario añadido sobre algún lamentable episodio de pasadas crónicas…), para dar paso a los trabajos correspondientes -caracterizado entonces con motivos de la película en cuestión, un guiño muy simpático-. Pero antes se reveló el premio del público de la edición anterior, que fue a parar para Asternauts, entretanto que se amenizaba el comienzo con la participación expresa del público, mediante unas breves cuestiones relacionadas con nombres propios del cortometraje español y que premiaban a sus acertantes con un póster a gran tamaño de esta cuarta edición (felicidades a mi camarada de crónicas y reseñas cinéfilas Alfredo Paniagua, de Fiebre de Cabina…; aunque supongo que para un crítico será más fácil responder a estas cuestiones).

Lo primero que pudimos ver fue el estreno del tráiler del nuevo trabajo del ya veterano cortometrajista Daniel Romero, No mires ahí.

Una obra enmarcada en el género de terror (en lo que viene siendo una de las marcas de identidad de este realizador madrileño, tras lo visto en sus anteriores Juan con miedo y El descenso), que parece beber de la idiosincrasia de algunas de las últimas cintas de género que se han podido ver en pantalla grande, aunque con la base de una importante presencia atmosférica. Muchas ganas de ver el corto al completo tras este sugerente adelanto.

Y a continuación, el comentario de todas y cada una de las pequeñas películas exhibidas. Siete a competición más el “corto a traición”; un total de ocho trabajos (igualando así el máximo de la edición de marzo, rebajarse es morir), todos remarcables en algún aspecto y al menos la mitad de ellos sencillamente sobresalientes:

hombre-equivocado_posterEl hombre equivocado (Roberto Goñi). Cortometraje que se presupone de relación amorosa pero que vira inteligentemente hacia el terreno del espionaje. La clave está en que, siendo el motivo de la narración este último, en ningún momento se deje de prestar atención a lo primero, auténtica razón de ser del trabajo. Pero puede que, aun desplegándose con elegancia y corrección la cámara a lo largo de la estancia donde se desarrolla la convivencia entre estos dos casi amantes, el tramo final se apresure y sendas vertientes comentadas se embarullen (intencionadamente) para desembocar en una situación que se antoja demasiado forzada. Da la impresión que le sobrara un corte de montaje en el momento de máxima algidez, lo que hubiera dejado al espectador con la sugerencia en el extremo de sus ojos. En cualquier caso, el notable trabajo interpretativo de la pareja protagonista, Alejandra Lorente y Alfonso Lara, acaba por sostener una cinta por lo demás simpática, entretenida y con algún punto de mágica conexión.

efimera_posterEfímera (Diego Modino). Perfecta introducción de su director, Diego Modino, que situado en medio del desierto nos hablaba de un trabajo de contrastes. Dicho y hecho. Lo que siguió a continuación en Efímera es un auténtico tour de force por los carriles encontrados de una autopista: por un lado, la crudeza de la violencia más seca e inexplicable, parida en medio de una habitación en penumbra, y poblada por unos individuos grises por definición, cuyo cometido es representar el castigo a un semejante a través de la tortura (en una serie de tomas cercanas al gore); por el otro, la felicidad absoluta de una niña de rasgos infinitos, el ideal concretizado en la explosión de color que la rodea, en los paseos con su abuela por los alrededores de su casa… Justo hasta el momento del encontronazo con la fealdad, diríase fatalidad anterior. O justamente no. Porque es precisamente a través de ese encuentro en apariencia irreconciliable como el director se marca el tanto del imposible milagro, de la impensable comunión, de la gloriosa sorpresa y contagio por una visión optimista de la vida, de nuestra inevitable existencia y necesaria convivencia como seres semejantes en este mundo difícil. Una visión de la felicidad efímera, claro está. No obstante, y a pesar de este final inesperado y sin apenas solución de continuidad, inexplicable por definición, lo que más llama la atención del corto es su espectacular fotografía, que juega en constante movimiento con la tonalidad y que desnivela la luz y las sombras de los espacios retratados en el marco en función de las diversas, cambiantes y finalmente extremas situaciones planteadas, para impecable recreación de nuestra mirada.

http://vimeo.com/62335476

cargols_posterCargols! (Geoffrey Cowper). La organización apostó, con el corto a traición de la noche, por la gamberrada a mayor gloria. Siguiendo la estela cómica que presidió el espacio en la edición de marzo con La jinetera, Cargols! aparta, no obstante, la búsqueda de la risotada a través del diálogo pausado y rompedor, inevitablemente cómico, para encarar un deleite más básico pero igualmente disfrutable en el espectador, a través de las maneras desenfrenadas de una monster movie muy juguetona. Esta producción catalana estrenada en Sitges, haciendo acopio de su lengua nativa produce un efecto ciertamente extraño pero que suma para el cachondeo general, aportándole así una mayor frescura si cabe. Añadamos a eso un bicho resultón en sus efectos (para una producción de estas características) y obtendremos un divertimento puro y duro de 17 minutos de duración. Como el necesario sorbete que media la ingesta de contundentes platos principales.

backwater_posterThe Backwater Gospel (Bo Mathorne). Otra de las piezas fuertes de esta edición de Cortópolis, esta cinta apuesta por una extraña animación para hablarnos de la vida, la muerte y el fanatismo religioso a través de una pequeña comunidad perdida en medio del desierto y cuyo eje principal es el párroco del pueblo. Los personaje aparecen representados físicamente en madera, lo que sirve de explicitación a su condición de meras marionetas -primero, del propio realizador, y segundo, del mencionado cura-, aunque contra ello lucha una suerte de bohemio, cantador y bebedor que parece ir por libre. De este choque de caracteres irradia la inevitable catástrofe a la que es común llegar por culpa del extremismo ideológico, y que acarrea la supresión de la personalidad, de la alma misma en última instancia. Jugando con las tonalidades sobreexpuestas (fondo amarillento, colores anaranjados) en la fotografía y contrastando sobre ella a unos personajes eminentemente afilados (rostros oscuros y alargados, grietas faciales que sugieren la marca de las heridas del pasado), la contemplación de este trabajo desprende una sensación de constante vértigo; como si la precipitación de los acontecimientos resultara inevitable. Y es en esa explosión final de ruido, furia y sangre donde mejor expuesta queda esta idea, para deleite de nuestra mirada, completamente aturdida, pero igualmente fascinada ante semejante despliegue de las luces y los matices del caos, de un exterminio que se antojaba necesario. La iluminación artificial de un mundo roto por sus ideas. Una joya de la animación procedente de Dinamarca.

misterio_posterMisterio (Chema García Ibarra). Probablemente la pieza maestra de la velada… entre otras tantas. Chema García Ibarra ya deslumbró al mundo con una marcianada como El ataque de los robots de Nebulosa 5. Ahora retoma la ciencia-ficción, pero desde el punto de vista más mundano posible. Una mujer común, que una buena mañana limpia debajo de la cama, se levanta y deja uniformada y bien visible la bandera nazi que preside la habitación de su hijo… que viste con tirantes y parece no albergar demasiadas luces. Y un esposo enfermo al que debe ayudar y que parece a punto de fallecer en cualquier momento. Un trabajo común como el de tejedora industrial con la compañía del resto de señoras del pueblo, pero con la incorporación de una música electrónica monótona y a todo volumen con el fin de la automatización y el extra de producción laboral. Un descubrimiento: el de la iluminación del hijo de una de estas compañeras, a través de cuya nuca parece expresarse la mismísima virgen. Y por último, un secreto: el que ella recibe y que causará su cambio de rumbo vital. En resumen, los parajes habituales del costumbrismo centro-ibérico, pero volteados por las ocurrentes y siempre geniales ideas del realizador, que hace prorrumpir lo extraño en mitad de lo corriente, desprendiendo con ello la chispa de la hilaridad. Siempre a raíz de una planificación estudiada hasta el más mínimo detalle, que basa su puesta en escena en un estatismo de la imagen que le permite, no obstante, destacar la importancia de todos y cada uno de los elementos presentes en el plano, tanto los móviles como los inmóviles. Máxima narrativa reducida a la mínima esencia; la constatación de la capacidad cinematográfica de un director llamado a hacer grandes cosas en el cine español. En efecto, un absoluto misterio.

malas-hierbas_posterMalas hierbas (Daniel Tornero). El crimen mezclado con la comedia, o lo que se viene en denominar como «comedia negra», es lo que nos ofrece Daniel Tornero en este trabajo. Un jardinero que se ve apurado para llegar a fin de mes, y que sin desearlo se verá involucrado en un crimen, con lo que su deuda quedará resuelta (si es que se puede llegar a aseverar semejante cosa en dicha coyuntura). El cortometraje se ve sustentado principalmente por la notable interpretación de Luis Zahera, uno de los actores secundarios más destacables de este país, que sabe aportar el punto intermedio entre la sorpresa y la reacción al borde del colapso por parte de un ser que se define por su inocencia y radical normalidad. Por lo demás, la historia no deja de sonar a muy vista, y no termina de aportar el matiz distintivo que la aúpe por encima del convencionalismo. Tampoco ayuda una realización correcta sin más, que no explora en los recovecos del trauma o la culpa que, se supone, debiera afectar a sus personajes. De lo más flojo de la noche, aun sin desmerecer su aprobado.

voiceover_posterVoice Over (Martín Rosete). Dirigida por Martín Rosete y escrita por Luiso Berdejo (For(r)est in the des(s)ert, La guerra), nos sitúamos frente a una obra maestra en corto. El cortometraje honrando a su nomenclatura: una película breve, pensada y realizada exprofeso para tal duración, sabedora de sus limitaciones y aprovechándolas al máximo, para sacar partido a la historia. Aquí, ésta se desarrolla en tres episodios diferentes, aunados por la similitud de plantear a un personaje en una situación extrema de supervivencia, que se narra a través de una voz en off y por alguien que en principio desconocemos. Un astronauta en el desértico paraje de un planeta extraño; un soldado a punto de morir pero que debe culminar su misión; y un pescador que se ve atrapado en la inmensidad del fondo acuático, con el castigo de la luz de la superficie a tan solo unos metros arriba… Berdejo, en un intertexto sufriente, sencillo y directo pero igualmente conspicuo, y Rosete, a través de las sencillamente espectaculares imágenes que es capaz de componer con su cámara en los diferentes ambientes retratados, nos plantean el eterno juego de la figuración, y hacen uso del medio cinematográfico en toda su expansión para entrelazar imágenes y sonido, signo y palabra, con el fin de proclamar el sentido de un gesto mayúsculo que no es sino la reverberación de otro mayor. Nunca el amor se parió a raíz de tanta revuelta imaginaria y ostentación visual, pero para los creadores de Voice Over parece que la valentía de su enarbolamiento sí puede llegar a merecer semejante despliegue. Bendito sea, para deleite de nuestros sentidos. Un jubiloso empape de sensaciones delante de la pantalla.

voorman-problem_posterThe Voorman problem (Mark Gill). The Voorman problem plantea una serie de cuestiones mayores tales como la creación y la dualidad a partir del duelo interpretativo de los dos protagonistas. Uno, un reputado psiquiatra que llega a una institución donde ha de enfrentarse al otro, un paciente con una aparente enfermedad mental: se cree el mismísimo Dios. La importancia de un buen libreto aquí es de capital importancia, y en este sentido, los diálogos despliegan en pocas palabras todo cuanto Mark Gill quiere plantear. Su realización, asimismo, es bastante funcional, y tiene su punto álgido en el interior de la habitación donde la mayor parte de las conversaciones tienen lugar, situándose la cámara en mitad de los dos seres enfrentados para girar hacia uno u otro lado según corresponda, y así sacar el máximo provecho del rostro de los efectivos intérpretes sin necesidad de recurrir a un plano/contraplano al uso. Sin lugar a dudas, una agradable guinda final a esta cuarta edición de Cortópolis.

Terminaron así las proyecciones. En opinión del que esto suscribe, casi todas de notable calidad, situándose al menos la mitad de las mismas a la altura de lo más sobresaliente visto hasta el momento en este cada vez más importante festival. En lucha fratricida con su similar de febrero, esta edición de Cortópolis se erige como la mejor de cuantas han pasado por el complejo de los cines Kinépolis. Puro espectáculo y calidad para un público cada vez más fiel, y a buen seguro, exigente. No es fácil superarse mes tras mes, y Cortópolis no ceja en su empeño de lograrlo. ¿El problema? Que los meses venideros será más complicado atrapar el objetivo de la excelencia. Pero he ahí precisamente el apasionante reto y la gran prueba en la que toma única parte. Batiéndose a sí mismo.

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El cátering, luminaria de nuestros pasos para finalizar la noche como es debido
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15 respuestas a “Crónica de Cortópolis IV. Abril de 2013”

  1. coincido n q fue la mejor pro veo mucho peloteo y n me gusta

  2. De peloteo nada, amigo Santos. Como ya te he dejado claro en alguna ocasión (y mi camarada Alfredo Paniagua también), mi opinión es absolutamente sincera (bien lo saben los que me conocen), destacando lo que considero que haya que destacar, y criticando aquello que me parezca mejorable. Eso se puede ver en algunas líneas de esta crónica, así como en las anteriores (sobre todo en la última).

    En cualquier caso, tu opinión me importa cada vez menos, porque queda visto de este y del resto de comentarios tuyos que vas a saco, sin orden ni concierto. Pásate otra vez de la raya y serás moderado.

    1. si no m censuras,q m parece fuert y cobard,t explico dond se ve peloteo

      1. Habla lo que te dé la gana que te lo publicaré mientras no faltes al respeto. Otra cosa es que vuelva a tomarme las molestias en responderte. Contigo es como hablar con el viento…

  3. no entiendo pork me tienes miedo.Se nota l peloteo pork siempre hablas bien dl festival hasta n las cosas malas.¿ves normal destacar en una cronica el anuncio de no mires ahi?fue lo unico flojo de la noche y lo sabes y hasta pones bien eso y eso te hac pelotear y por eso levantas mis sospechas de cobro tu y el fiebrecabina

    1. El día que yo te tenga miedo lloverán ranas, querido. Si de verdad vas a las sesiones del festival (cosa que cada vez dudo más, dado el tino de tus palabras) y tienes lo que deberías tener, ven a verme y me dices estas cosas a la cara. Porque yo la doy en todas y cada una de las galas, bien visible y cubierta de gafas de pasta amarillas, para más inri. Quinta fila, para verlo bien cerquita. Con mi camarada y amigo Paniagua, el otro gafapasta, de negro, porque a él le gusta menos llamar la atención. Además casi siempre vamos acompañados de hermosas hembras, así que mira, igual hasta terminas ganando algo conmigo y todo…

      1. joder como t pones,no s t puede decir nada.un critico q no admit criticas

    2. UF, qué suerte que la Humanidad te tiene a tí como vara cósmica de medir lo que es bueno y lo que no, eh…

      En fin, menudo elemento. Si al autor de este post la gran mayoría de las cosas le gustaron, ¿a tí qué te importa? ¿Por qué le recriminas? ¿Te sientes como si fueras su mamá o qué? XD

      El que ha escrito el post al menos explica las cosas. Si a tí hubo cosas que no te gustaron, entonces coméntalas y expón las razones. Pero en vez de eso, prefieres poner en tela de juicio a otros porque sí les gustan las cosas que a tí no te gustan. O sea, que prefieres perder el tiempo soltando una crítica -destructiva- sobre alguien en vez de criticar -objetivamente- lo que te gusta y lo que no del tema de este post. Eso deja claro que lo tuyo roza el comportamiento Troll.

      1. ¿eres un amigito o q?¿acaso tu estuvist?no tneis argumentos y insultais,es horrible

      2. No nos pagan tío, convéncete, además tenemos que pagar hasta las cañas. EStamos pobres pobres…si nos pagaran sería la ostia, vamos, un jodido sueño, pero no es así.

        Como dice Roberto, vamos acompañados por varias y hermosas mujeres en todas las ediciones, pero vienen porque somos unos tíos de p.m. y se lo pasan pipa con nosotros (y nosotros con ellas). A ver Santos, si a ti te vemos algún día con alguna y nos la presentas joder, y ya te conocemos en persona y te rompemos las piernas o lo que sea. No hace falta pasta para estar en esto, sólo ilusión y ganas de pasarlo bien.

  4. Haya paz amigos,aquí os dejo este vídeo para relajaros: http://www.youtube.com/watch?v=EGF1fFPYIzA

    1. jajaja, muy bueno! La verdad es que a veces sería necesario un poco de eso que llevan esos dos… para rebajar un poquito el ambiente y tal…

  5. Pero vamos al contenido en sí, y Roberto obviamente ya tiene más que referencias para no dudar de su objetividad. Yo no he puesto a Voice Over como obra maestra, de lo contrario, la he defenestrado, pero para gustos los colores. Coincido plenamente en el valor de MISTERIO y el del corto BACKWATER GOSPEL. Además os invito a que visitéis un blog que tiene con los bocetos, es impresionante

    1. ¿Cuál es ese blog, Alfredo? Me gustó mucho el diseño de los personajes, sin duda me interesará (y a cualquiera que nos pueda estar leyendo).

      Gracias.

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