Entrevista a Daniel Rodríguez, autor del primer libro que analiza a Rob Zombie

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enero 11, 2015 por Roberto García-Ochoa Peces

Daniel Rodríguez Sánchez, autor del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez, posa con su publicación

Daniel Rodríguez es un joven autor gijonés, apasionado cinéfilo y debutante como escritor en formato largo con el libro «Rob Zombie. Las siniestras armonías de la sordidez» (Tyrannosaurus Books), en el cual realiza un glosado y pormenorizado repaso de toda la obra del peculiar artista norteamericano, el primero a nivel mundial con semejante nivel de profundidad. Nos lo cuenta amablemente en esta entrevista.

Dani, cuéntanos sobre tu experiencia y qué te lleva a decidir el dedicar gran parte de tu tiempo en la confección de un libro sobre un director tan especial como es Rob Zombie. 

Hará unos ocho años aproximadamente, aprovechando la eclosión de la crítica cinematográfica en internet, cuando comencé a analizar películas a través de este medio. Sería primeramente con Ultramundo, website especializado en reseñar películas, cómics o libros  principalmente dentro del ámbito fantástico. Posteriormente comenzaría a colaborar con otros sites como Cine Maldito, además de emprender en solitario la apertura de un blog. El origen de la publicación sobre Rob Zombie está directamente relacionada con Ultramundo, precisamente. Primeramente, Miguel Díaz, fundador y coordinador de la web, me encargó la realización de un especial de reseñas sobre la carrera fílmica de Rob bajo un formato cuya estructura llevaba tiempo funcionado en la web. Este comprendía el obligatorio análisis fílmico de cada una de las películas más un apartado anexo que abarcase el mayor número de datos posibles sobre la producción de las mismas. Ciertamente, en aquel tiempo Rob suponía para mí uno de esos autores modernos que me habían cautivado con su peculiar forma de ver el cine de terror, así que me líe la manta a la cabeza procediendo a una laboriosa tarea de documentación,  originándose artículos de una extensión importante. El propio Miguel me sugeriría pronto la posibilidad de darle formato de libro físico, como un primer número de una colección. Sin pensármelo dos veces, reescribí y pulí todos los textos para aportarle la unidad necesaria y de paso ampliar la obra con otras notorias facetas de Rob que se antojaban esenciales para conocer su figura, como la música o el cómic.

Portada del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

 

Este es el primer volumen de lo que se prevee una colección de libros, promocionada desde la web de análisis cinematográfico Ultramundo y la editorial Tyrannosaurus Books. ¿Cómo llegas hasta ellos y en qué medida te han facilitado el trabajo?

Ya teniendo bien clara la idea de publicar el libro, la primera opción era mostrárselo a diversas editoriales dejando como último recurso, aunque no por ello menos atrayente, la posibilidad de la autoedición. Tras una primera negativa de una conocida editorial que no veía demasiado comercial el proyecto, nos pusimos en contacto con Tyrannosaurus Books que aceptaron la obra desde los primeros bocetos mostrados, como un primer volumen de la llamada “Colección Ultramundo”; sería una colaboración entre la web y editorial bajo la cual se auspiciarían una serie de publicaciones de directores y/o figuras cinematográficas sin estudio previo, como es el caso de Zombie, o con escaso material publicado relacionado. Respecto a “Rob Zombie. Las Siniestras Armonías de la Sordidez”, la colaboración entre ambos ha sido bastante satisfactoria, dando plena libertad e independencia a la hora de afrontar la obra en sí. Además, la edición y maquetación de la publicación es muy notable, haciendo que el paso de los textos al papel haya sido una experiencia aún más grata.

 

Tienes la suerte de contar con un prologuista de lujo: ni más ni menos que Javier G. Romero, alma máter de la mítica publicación Quatermass, ahora dedicado a la no menos interesante Cine Bis. Normalmente, y por extraño que parezca, no se prodiga mucho en estos menesteres… ¿Os resultó fácil contar con su presencia? ¿Por qué os decantáis por él?

Contar con Javier ha sido un auténtico regalo. Recuerdo cuando años atrás le perseguía, con mis Quatermass en la mano, por varios eventos culturales para conseguir su firma y mostrarle mi gratitud por procrear semejantes obras enciclopédicas de ese cine tan denostado pero sumamente querido por muchos. Tenerlo como prologuista supone un ilustre añadido emocional para mí, ya que nos encontramos con una de las plumas más privilegiadas del análisis cinematográfico a nivel ya internacional. Fue Miguel Díaz quien le contactó personalmente para ofrecerle la posibilidad de prologar el libro; cuando conoció Ultramundo y su amplio abanico de reseñas, aceptó sin reparos, lo cual supuso una tremenda alegría para nosotros. Ciertamente, a nosotros también nos extrañó la poca repercusión de Javier en estos ámbitos, cuando las invitaciones para firmar prólogos en el ámbito nacional siempre acaban cayendo en las mismas plumas. Quisimos reivindicar de alguna manera la figura de Javier, siendo un auténtico placer que formase parte del libro de alguna manera. Finalmente se consiguió e hizo un poco más especial la publicación.

Una ilustración del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

Una ilustración del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

Pasemos al volumen en sí. En él realizas un pormenorizado repaso de toda la trayectoria artística de un personaje como Zombie, que va desde la música hasta el cine pasando por el cómic. Me llama especialmente la atención toda la primera parte, donde realizas un comentario bastante ilustrado sobre todo lo que tiene que ver con su faceta musical. Aunque las páginas dejen entrever una indudable admiración por tu parte, denotan asimismo un especial hincapié por una mirada analítica hacia su creación. ¿Me equivoco si digo que son años de estudio y documentación al respecto?

Desde los primeros momentos en los que me vi involucrado en el proyecto (primero en su génesis como reseñas en web, luego como libro físico) surgió en mí una auto-obligación autoral de “completismo informativo”. Es decir, quería primero que absolutamente todos los aspectos analíticos de cada película estuviesen cubiertos en la medida de lo posible (tanto en la crítica cinematográfica, como en todo lo concerniente a cada producción) y que la visión del propio creador sobre su obra estuviese reflejada. Para ambas cosas hubo una laboriosa y ardua tarea de documentación (multitud de datos, entrevistas, textos…) pero que resultó en mí tremendamente gratificante. Luego se amplió esto en las otras facetas artísticas reflejadas en el libro. Para mí ha supuesto la fascinante experiencia de inmiscuirme en la mirada ajena de un artista sobre su propia creación, y las diatribas que conformaron su manera de ver aquellas facetas artísticas experimentadas por él. Y en el caso de Rob, un personaje tremendamente peculiar con un amplísimo bagaje (contra)cultural asimilado desde sus primeros años de vida, supone un valor añadido.

 

Centrándonos en el objeto principal del libro -el estudio de toda su ya dilatada carrera cinematográfica-, realizas un comentario individual de cada película o trabajo que Zombie ha realizado. Supongo que la intrahistoria de este personaje debe tener la suficiente enjundia como para tentarte a la hora de prestar menos atención al análisis estricto de sus creaciones que al comentario curioso sobre sus construcciones, y sin embargo parece que no ha sido así. ¿Cómo encaras el texto y en qué medida pretendes balancear estos aspectos?

El formato del texto venía dado de la estructura habitual de las críticas más potentes de Ultramundo, ya que se tenía claro que una de las señas de identidad de la colección fuese el traslado de esa organización del análisis al papel. Por mi parte, y al afrontar el estudio de la figura de Zombie como un autor con una iconografía amplísima y muy a tener en cuenta para desmenuzar cada una de las piezas que componen su obra, veo el formato tremendamente adecuado. La idea de plantear el análisis fílmico de cada película pormenorizando al mismo tiempo en muchos de los aspectos intrínsicos de las mismas causó en mí el temor de confeccionar un ensayo embarullado y caótico, por lo que la separación de los datos de producción con el puro análisis me resultó mucho más cómodo sobre todo a la hora de afrontar un estilo diferenciador para cada uno de los apartados. Con el amplísimo número de datos y referencias con los que conté para la confección del artículo de cada película, me resultó prácticamente imposible equiparar en tamaño las dos subsecciones, por lo que en el mero análisis cinematográfico intenté centrarme en los aspectos principales que complementasen el estudio global de la figura de Rob.

Una imagen del libro: Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

 

¿Cuál es tu película favorita de este director? ¿Y la menos lograda, en tu opinión? ¿Por qué? 

Si te soy sincero, me inmiscuí tanto en cada una de las películas para la elaboración de la publicación que sería incapaz de seleccionar sólo uno de los films como favorito o predilecto. De cada uno podría diferenciar algunos aspectos que las pudiesen distinguir de las demás, como el atrevimiento informal del calado visual de La Casa de los 1000 Cadáveres, la transformación estética de Los Renegados Del Diablo, o la reversión atmosférica de un género tan cerrado como el slasher en Halloween II. Sí que te puedo señalar que, en mi opinión, The Lords Of Salem podrá situarse en un futuro no muy lejano como la obra clave de su filmografía, a pesar de la constante reivindicación que sufre Los Renegados Del Diablo y a falta de disfrutar de obras futuras. El personalísimo calado de Salem, la libertad autoral tan descarada que desprende y esa concepción de la atmósfera ha supuesto sin duda alguna un auténtico hito dentro de su estilo, a pesar de ser posiblemente la película de su carrera que más enfrentamientos ha originado en la crítica. Por otra parte, sería injusto mencionar como lo menos logrado un entretenimiento tan digno como The Haunted World of El Superbeasto, pero pienso que quizá es la película menos relevante de su filmografía; aún así, sus logros, que los tiene, nos permiten ver a un Rob Zombie entretenido con su juguete, donde se le aprecian las inmensas ganas que tenía de coquetear con la animación, una de sus grandes pasiones artísticas.

 

¿Qué aporta Zombie dentro del panorama del cine de género del siglo XXI, cuál es su aspecto único y más diferenciador y, aún así, cuáles crees que pueden ser sus creadores acólitos? 

Digamos que Zombie es uno de los pilares más importantes de toda una generación de novicios realizadores que se rebelaron a principio de la década del 2000. En ella podemos encontrar también los nombres de Eli Roth, Alexandre Aja, Neill Marshall o James Wan, que se diferenciaron dentro de la actual producción del terror por ofrecer productos de bajo presupuesto con una predisposición de agrandar sus emociones internas como antiguos espectadores, dentro de unas miras perfectamente ancladas al terror más visceral y guerrillero de décadas pasadas. Zombie comparte con ellos esa extrema y muy sentida percepción por y para la violencia, aunque con unas señas personales, que sin dejar de esconder sus claros referentes, le permiten construir un estilo robusto y con unas características muy auténticas; dentro de ellas, Zombie consigue depurar de manera muy sutil una que sus compañeros de generación recurren aunque no con tanto éxito artístico: me refiero a esa inclinación hacia la incomodidad, en el que en una misma secuencia Rob es capaz de mostrar el lado más perverso del gag y el aspecto más virulento y mordaz de la fatalidad.  Como posibles creadores acólitos, expandiría el tema a sus compañeros de generación: la amplia mayoría de nuevos realizadores tienen en mayor o menos medida al “Splat Pack” (sobrenombre con el que un crítico norteamericano apodó a este grupo de directores) como punto de referencia; han rescatado las formas, intenciones y  siniestras sensaciones del cine de subgéneros underground de los 70, que cada día está siendo más reivindicado.

Una imagen del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

 

Como experto en la persona/personaje: ¿crees que el fin último de Zombie es promulgar o difundir todo lo que tiene que ver con el ocultismo/satanismo en un ámbito cercano (que no anexo) al mainstream? En mi opinión, su mensaje me parece férreo y evidente, y sin lugar a dudas no está hecho para todos los públicos, ¿pero crees que esto le afectará de alguna manera a la hora de producir nuevo(s) material(es)?

Digamos que el aspecto satanista/ocultista es un efecto colateral de todo su amor por la contracultura, la misma que bebió de tan dispares maneras desde sus años jóvenes. Sí es evidente esa inclinación, que tanto en su faceta musical como cinematográfica veo más bien como un camino a seguir para lograr ese sello tan perturbador que rodea a su figura. Por supuesto, caer rendido a las garras del mainstream le haría perder a ese discurso la frescura y naturalidad que da el bajo presupuesto, y el camino de la independencia artística me parece elemental para que unas constantes autorales tan personales sean exhibidas con todas sus reminiscencias. Respecto a sus futuros trabajos, el cine de Rob está impulsado por un nervio narrativo explosivo, visceral y energético que estará a salvo siempre que el autor tenga total libertad creativa, como ha ocurrido con The Lords Of Salem. Sinceramente, este es el mejor camino por el que podría transcurrir su carrera para los que nos consideramos sus aficionados.

 

¿Crees que el libro puede serle útil a alguien interesado no sólo en la figura de este realizador y por supuesto en la decodificación de su obra, sino también en la interpretación de las oscuras latitudes que éste promueve y que subyacen bajo su retorcido ideario artístico?

La idea con la que partí a la hora de unificar las reseñas iniciales fue que el texto global resultase tan válido tanto a los neófitos sobre la figura del artista como para aquellos  que se planteen todo tipo de lecturas subterráneas relacionadas con toda la iconografía que maneja.  Por ello vi elemental añadir una parte biográfica, habitualmente esencial para entender los orígenes y desarrollos de sus influencias y la manera que estas han influido en su estilo, además de ver cómo este se plasma en la obra a todos los niveles: cinematográfico, social, cultural, etc. Este punto de partida se ve necesario a la hora de intentar analizar y comprender a cualquier artista, y más aún cuando nos topamos con alguien con tan singulares peculiaridades como Rob Zombie.

Una ilustración del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

Otra ilustración del libro Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

Para finalizar, ¿consideras que la inexistencia, hasta este momento, de publicaciones monográficas dedicadas a la figura de este artista (entre muchos otros de similares inquietudes), puede suponer un signo sobre la necesaria invisibilidad o (in)voluntaria erradicación de lo incómodo en estos tiempos que corren, o simplemente es fruto de la casualidad?

Un poco de ambas. La enorme proliferación de las editoriales pequeñas y el aumento considerable en los últimos tiempos de la redacción analítica cinematográfica en multitud de blogs y webs está abriendo el camino para que autores denostados, repudiados o directamente de simbología desagradable para el gran público sean reseñados y reivindicados cada día con más asiduidad. Sólo hay que ver como grandes autores del cine de subgéneros como Jess Franco o Lucio Fulci, o al cine de explotación si hacemos una mirada más amplia, están gozando de potentes monografías o amplias reseñas. Esto hace años era impensable salvo  en el encantador y subterráneo terreno del fanzine, que últimamente parece estar viviendo una nueva y renovada juventud.  En el caso particular de Zombie, me extrañó sobremanera la inexistencia de ninguna obra publicada acerca de su figura, cuando creo que dentro de los cineastas de su generación ha sido uno de los más cuidados por la crítica especializada. Creo que en su caso, más que un rechazo absoluto a los postulados de su cine (voluntario o involuntario), no tanta gente como creía ha sido capaz de asimilarle esa notable importancia dentro del cine de género actual que le percibo.

 

Muchas gracias Daniel por tu tiempo y tus palabras. Espero que tengas suerte con tu libro y que éste haya abierto la posibilidad de que en el futuro vengan más de similares características.  

Muchísimas gracias a ti por el interés mostrado en la obra, esperando de manera sincera que hayas disfrutado con su lectura.

Contraportada de Rob Zombie, las siniestras armonías de la sordidez

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