Inside, de Miguel Ángel Vivas, inaugura Sitges 2016
Deja un comentariooctubre 9, 2016 por Roberto García-Ochoa Peces
Inside, el remake de la película francesa de horror extremo À l’intérieur (Julien Maury, Alexandre Bustillo, 2007), inaugura la 49 edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, Sitges 2016.

El productor y la protagonista, Rachel Nichols, durante la presentación
No faltamos a la tradición del mes de octubre y nos encontramos ya inmersos en el mejor festival de cine fantástico: Sitges. Nos esperan diez días muy intensos de cine en esta 49 edición, durante los cuales consumiremos devoraremos una cantidad ingente (e indecente) de películas de toda clase. Para muchos, la semana más especial del año (cinematográfico o no), lo que está claro es que se trata de una vivencia especial como pocas para el espectador, cuando el cine acapara prácticamente las veinticuatro horas del día en un bucle simplemente agotador pero extraordinariamente placentero. Sitges ejerce, además, como punto de reunión de amigos a los que no siempre es posible ver tanto como uno quisiera y con los que tienes la suerte de compartir la afición de tu vida; el lugar idóneo para debatir apasionadamente de esa secuencia que te fascina, aquel plano en el que quisiste ver algo más o, por qué no, para charlar acerca del proyecto que tanto añoras. Una fiesta del cine que les contaremos aquí en primera persona y que comenzaba ayer con la sesión inaugural, en la que el realizador sevillano Miguel Ángel Vivas presentó Inside, su remake de la cinta francesa À l’intérieur (Alexandre Bustillo, Julien Maury, 2007).
Es necesario plantearse la necesidad de tanto remake, un ejercicio manido y a todas luces sobrexplotado en la cartelera del siglo XXI. Y el caso de Al interior, la película perteneciente a la ola de horror extremo aparecida hace unos años en el país galo, no solo no es una excepción, sino uno de los mejores paradigmas del asunto. No ha transcurrido una década desde la realización de la cinta original cuando ya se ha estrenado su actualización… ¿Realmente hay algo nuevo que aportar a la historia, algún apunte o matiz que merezca su reconsideración, o se trata de una «simple» cuestión mercantil? Siguiendo el patrón general, y toda vez observado el resultado particular, es obvio que la respuesta se encuentra más cerca de la segunda vía, pero ni aun así puede asegurarse una respuesta con verdadera certeza. Quizás Miguel Ángel Vivas solo pretenda seguir haciéndose un hueco en el mercado norteamericano, y es que maneras para la dirección no le faltan -ya las desplegó, con contundente frescura, en su debut Secuestrados (2010), una obra notable pese a las costuras al descubierto propias del debutante-, pero a pesar del conato de aportación propia visible en algunos buenos apuntes narrativos guiados por el diseño de sonido, su visión de esta oda encarnizada a la maternidad queda tamizada por las buenas intenciones, relegándose la amenaza física en favor del drama, lo que no termina de encajar en un relato tan particular y extremo como este.
Esperando resultados más satisfactorios para la próxima incursión del joven y talentoso realizador comenzamos y, a la vez, terminamos la primera jornada del festival. Las prisas son la tónica general en estos primeros compases y es preferible descansar a tiempo para encarar el maratoniano fin de semana con las fuerzas necesarias, que falta nos van a hacer según vaya avanzando la fabulosa semana que tenemos por delante. Pero ya estamos aquí, por fin, para vivirlo (y contarlo). ¡Larga vida a Sitges!