Crónica del lunes 9 y martes 10 en Sitges 2017
octubre 11, 2017 por Roberto García-Ochoa Peces
La nueva cinta de S. Craig Zahler (Bone Tomahawk, 2015) despertó ovaciones entre el público, pero no convenció al que esto suscribe. Ocurrió lo contrario con la reflexiva cinta de zombis canadiense Les afammés y la española The Maus, que explora el sangriento conflicto serbio.

Seth A. Smith presenta The Crescent en Sitges 2017
Comienza la semana en Sitges y eso se nota en la afluencia de público en las colas de los cines. Un público compuesto en su inmensa mayoría, eso sí, por la prensa acreditada (compañeros de blogs, páginas web, radio, televisión, medios impresos…) que venimos a cubrir el festival y a disfrutar del cine mientras intentamos analizarlo a tal velocidad que impide un juicio certero, dadas las circunstancias. El cansancio es insoslayable compañero de viaje estos días, y termina afectando, irremediablemente. Pero eso no justifica ciertas reacciones. Se puede aplaudir; se puede, incluso, pitar; pero lo que ocurrió en el pase de la mañana de The Maus, donde hubo gente que hizo extensiva la evidente mezcla de política y cine que propone el asturiano Yayo Herrero en su filme, me parece una postura de muy mal gusto, más aún dada la situación actual, a punto de reventar para pringarnos a todos. No obstante, seguramente se trate de un fiel reflejo de esta, y que venga a definir una parte del problema. Polémicas aparte, aplausos algo más que discutibles durante la proyección también, nosotros entretanto hemos venido a ver cine. Y eso seguimos haciendo. Aquí el intento más lúcido posible de reflejarlo:
Brawl in Cell Block 99 (S. Craig Mahler) – Oficial Fantastic Competición
S. Craig Zahler vuelve a Sitges tras su aclamado western Bone Tomahawk (2015) con Brawl in Cell Block 99. En esta ocasión vuelca su particular mirada hacia el bronco territorio carcelario, guiado de la mano de Vince Vaughn, que realiza una incorporación magistral. Aquí interpreta a una suerte de básico hombretón únicamente preocupado por hacer crecer a su familia -que se compone de su mujer y del niño que están intentando traer al mundo-, para lo cual no reniega de trapichear rodeado de dudosos compañeros hasta topar con sus huesos en la cárcel. A pesar de ello, él persiste, y continúa incluso dentro de las ruinosas paredes que amenazan con recluirle de por vida, bajo la amenaza de sus archienemigos. De lo anterior se deduce la cualidad extremadamente básica de un relato sin alicientes, desplegado con una narrativa plana y cuyos personajes están desprovistos de cualquier clase de arista, siendo el principal y casi único una línea roja de brutalidad sin fin que no es necesario explorar, puesto está vacía. Correcta y sin demasiados alicientes en el plano visual -donde Zahler hace ahínco en la anterior austeridad, orientando su cámara en planos frontales para hacer más visible el amenazante cuerpo de Vaughn-, Brawl in Cell Block 99, cuyos pases han sido aplaudidos con entusiasmo entre el público, no solo no convence a este redactor, sino que se sitúa como uno de los grandes bluff de todo el festival.
Curvature (Diego Hallivis) – Panorama Fantàstic
Curvature, de Diego Hallivis, sigue la estela de los viajes en el tiempo -una temática que parece estar muy de moda; véanse las realidades paralelas de las estupendas Coherence (James Ward Byrkit, 2013) o The Endless, que vimos estos días atrás- para narrar las vicisitudes que le ocurren a una científica cuyo jefe se excede en sus cometidos y acaba desatando un desastre humano y familiar que ella no está dispuesta a tolerar. Se trata de una producción que se sigue con interés por lo pequeño y entusiasta de su propuesta, pero que resbala en el balanceo de sus diferentes hilos narrativos y a la que le falta un buen empuje de fuerza. El problema es que quiere aparentar cierta complejidad y en el fondo su esquema y, sobre todo, su despliegue, no dan para tanto, aunque tiene el acierto de relegar una amarga lectura sobre la fortaleza y autodeterminación que nacen y se cultivan a partir de la pérdida.
My Friend Dahmer (Marc Meyers) – Oficial Fantastic Competición
Marc Meyers (How He Fell In Love, 2015) dirige My Friend Dahmer, que cuenta la historia de Jeffrey Dahmer, asesino en serie que acabó con la vida de diecisiete personas en el medio oeste americano. Pero su película no se centra en estos crímenes -de los que, de hecho, solo informa en los créditos finales-, sino en su peculiar adolescencia en el instituto, basándose en el cómic que publicase Deck Backderf. La gran virtud de la cinta recae, de hecho, en que no contempla violencia explícita alguna, sino que se limita a ofrecer una visión imaginada de su comportamiento inquieto, reservado y anormal por momentos, que vendría a forjar la compleja psicología de un ser que es constantemente repudiado por su entorno, como si de la formulación de un freak de manual se tratara, lo que acaba (de)generando un monstruo de la sociedad. Todo ello bajo un influjo estético de clara formulación indie -que no está lejos de las particularidades de la denominada nueva comedia norteamericana- que le viene ni que pintado. Aunque albergue baches narrativos, por la repetición de situaciones, se sigue con interés y mantiene la especial importancia de conseguir provocar el encontronazo de sentimientos en el espectador, quien no sabe si reír o llorar con aquéllas.
Les Affamés (Robin Aubert) – Oficial Fantàstic Competición
Les affamés ganó el premio a la mejor película canadiense en la aún reciente última edición del festival de Toronto. Y lo cierto es que lo tiene bien merecido, porque su propuesta supone un soplo de aire fresco dentro de la ya algo más que agotada corriente del cine zombi. El realizador Robin Aubert filma con extremo mimo cada una de sus imágenes, relegando la habitual inmediatez, urgencia y violencia explícita del subgénero a un segundo plano, prácticamente desconectando ese aspecto del relato principal. Y es que sus verdaderas intenciones no son otras que las de ofrecer una reposada mirada hacia el dolor que provoca la pérdida de los seres queridos en una situación de extrema adversidad como la que cuenta en su historia, donde un grupo de supervivientes ha de hacer frente a una marabunta de infectados en mitad de un frondoso bosque. Filme delicado en su expresión del fantástico, maravillosamente ejecutado, que se adhiere a una narrativa pausada en pos de reflejar la gravedad de las terribles situaciones de vida o muerte que plantea, Les affamés se levanta, sin duda, entre las grandes películas de esta edición.
The Maus (Gerardo Herrero) – Oficial Fantàstic Competición
El asturiano Gerardo Herrero dirige su primer largometraje tras realizar tres cortos con muy buen recorrido. Y ciertamente sorprende el resultado que entrega en The Maus, en la que refina las imágenes de Picnic (2011) hasta el punto de destilar una madurez impropia de un debutante. En ella utiliza el marco del fantástico como mecanismo de expresión de los conflictos de identidad (en este caso, la guerra interna entre serbios y bosnios de hace unas décadas, donde murieron unos cien mil civiles), manifestando que son difícilmente reconciliables. Lo hace a través de una doble pareja: de un lado, la protagonista, perdida en lo profundo de un bosque a plena luz del día, está formada por un alemán y una chica de origen bosnio; del otro, dos combatientes serbios que balbucean el estándar del inglés. La bondad de Europa enfrentada a la sinrazón de los que levantan las armas como medida de desprecio a los valores y los acuerdos de su comunidad. Bien pautada, con una presencia angelical (y vengativa) como la de su protagonista Alma Terzic, y las dosis justas de un terror que ha de manifestarse físico, se trata de una obra de configuración alegórica cuyas imágenes, poderosas per sé, crecen al observarse delante y detrás de las mismas, cuando el fundido a negro cobra un sentido primordial en el mensaje. Política bien filmada.
The Crescent (Seth A. Smith) – Noves Visions One
The Crescent comienza con los que, casi con toda probabilidad, sean los títulos de crédito más conseguidos de toda la muestra. Efectos de pintura, capturados bajo una técnica de goteo y posteriormente removidos por un rudimentario rastrillo, que quedan impresos en preciosos cuadros obra de la protagonista y mujer del realizador, Seth A. Smith, inmejorablemente acompasados de una música acorde a las psicodélicas imágenes. El tono que seguirá, no obstante, se aleja de la experimentación para plegarse a la naturalidad que se desprende de la filmación del crecimiento del retoño de la pareja (quien, por cierto, acudió a la sala acompañado de sus creativos progenitores). Más de la mitad del metraje se ocupará en capturar esta crianza en el retiro de una casa cerca de la playa, aunque poco a poco se introducirán sutiles chispazos de inquietud en las imágenes, en última instancia explicitados. Tardan demasiado en llegar y se entremezclan con alguna secuencia que manifiesta la voluntad juguetona del realizador -también visible en el cambiante formato de pantalla y en la banda de sonido-, y aunque resultan valiosos (incluso geniales en algún pasaje alucinógeno) en sí mismo considerados, parecen fuera de contexto aquí.
Thelma (Joachim Trier) – Oficial Fantàstic Competición
Terminamos la jornada del martes con Thelma, cinta dirigida por Joachim Trier desde Noruega y Dinamarca. Se trata de una producción que, bajo un ritmo delicado, nos introduce en la peculiar y, a priori, incomprensible enfermedad que padece la joven estudiante protagonista, perteneciente a una familia ultracatólica que la controla a diario aun desde la distancia. El canal fantástico apenas se asoma, salvo en breves colapsos, a lo largo del metraje, y será necesario aproximarse al final para comprender lo especial de este carácter sobre el que asoman ecos bíblicos. Tiene el interés de retratar una de las historias de amor más bonitas y espontáneas de los últimos tiempos, pero la narrativa avanza con dificultad y las líneas críticas que desvela no están lo suficientemente trabajadas pese a la gravedad de su exposición.