Zombis pandémicos, animación diversa y un cordero entrañable en el arranque de Sitges 2021
octubre 12, 2021 por Roberto García-Ochoa Peces
Otro año más octubre, otro año más en Sitges. Tras el forzoso parón del año pasado regresamos a la costa barcelonesa, donde el fantástico tiene un lugar de culto y predilección difícilmente visibles en otras latitudes. Durante los próximos días iremos publicando pequeñas reseñas, con la urgencia y falta de reposo tan propios del trajín que define un festival como este, para dar buena cuenta del panorama que ofrece el mejor cine de género actual. Iniciamos el viaje a partir de la última sesión del domingo 10 de octubre, nuestro día de llegada (y a sabiendas de que habremos perdido por el camino alguna joya exhibida durante los primeros cuatro días). ¡Arrancamos!
The Sadness (Rob Jabbaz) – Midnight X-Treme)
Al estilo del cocido maragato, empezamos con un plato fuerte, ¿acaso hay una mejor manera de ponerse las pilas en Sitges? The Sadness es una cinta taiwanesa de terror extremo y dirigida por un canadiense afincado allí; había levantado polvareda en el festival de Locarno, y no es para menos: se trata de una sanguinolenta, adrenalínica y, en general, bastante cruel, colección de viñetas que compiten entre sí, escena tras escena, para ganar el premio al gore más increíble. Se trata de una lectura poco amable de la pandemia, planteando un escenario donde, en lugar de confinados, estamos expuestos al mordisco desgarrador del vecino al que siempre miramos con desconfianza. Poco espacio queda, no obstante, para la reflexión (salvo la lectura ya aprehendida de que la pandemia ha venido a cambiar poco en nuestras relaciones sociales), como tampoco creo que lo pretenda su realizador: son imágenes concebidas para herir las sensibilidades del menos avezado antes que para entretener, así como para complacer el gusto por lo extremo del otro sector del público; tampoco encuentra su espacio el humor negro, cuando hubiera sido un inmejorable resorte o vía de escape en una propuesta de estas características.
Halloween Kills (David Gordon Green) – Oficial Fantàstic Especials
David Gordon Green repite con Michael Myers, tras recuperar al mítico personaje en La noche de Halloween (que vimos en Sitges 2018). Pero si en aquella su nueva resurrección tenía cierta gracia, dado su planteamiento a modo de duelo con el personaje de Jamie Lee Curtis, cual única némesis capaz de su definitiva extinción-, en Halloween Kills su agotamiento es patente. En el apartado positivo, destacar el carrusel de muertes violentas, bien planificadas y ejecutadas; en el negativo, prácticamente todo lo demás, con un apunte poco elaborado acerca del borreguismo de nuestra sociedad ante la búsqueda de chivos expiatorios, guiados por un creciente odio irrefrenable, aquí expuesto a través de diálogos propios de una fiesta de disfraces. Todo ello viene a concluir la idea de la innecesaria recuperación de un personaje ya sobradamente agotado y donde, queda demostrado, han sido otros quienes supieron arrojar matices y desvíos de interés en torno a su cruel figura.
Lamb (Valdimar Jóhannsson) – Oficial Fantàstic Competición
Iniciamos, al fin, la Sección Oficial a Concurso, y de qué manera. Esta coproducción entre Islandia, Suecia y Polonia es una fábula animalista (si bien cabe admitir el reduccionismo de semejante término una vez observada y reflexionada en su totalidad), a veces tierna y risueña, otras veces cruel cuando no directamente terrorífica, que habla del dolor de la pérdida, del reencuentro y el difícil reverso del error en nuestro intento de apropiación de la madre naturaleza. Su director, Valdimar Jóhannsson, imprime un ritmo moroso a la narración, rehuyendo la palabra en favor del poder de las potentes imágenes que concibe, haciendo un uso productivo de los planos generales en medio de los inhóspitos parajes islandeses donde está rodada, así como generando atmósferas oníricas en interior, lo que termina por afectar a unos personajes complejos y cuyas relaciones se antojan cambiantes e imprevisibles. Bien merecería llevarse alguno de los premios.
Where Is Anne Frank (Ari Folman) – Oficial Fantàstic Competición
Ari Folman es un creador bien comprometido, tanto política como socialmente, baste con observar el sentido crítico de sus magníficas obras anteriores, Vals con Bashir (2008) o The Congress (2013), para percatarse de ello. Por ello no es de extrañar que en Where Is Anne Frank vuelva a repetir la jugada, en esta ocasión a través de un personaje tan conocido como Ana Frank, a cuyo imaginario sabe dar una vuelta de tuerca para hacer protagonista real de la cinta, y jugar (en el más amplio sentido de la palabra) con su amiga imaginaria, Kitty, quien roba el famoso diario del museo donde se cobija para cobrar vida propia, y a su vez ser perseguida por las autoridades alemanas de hoy día. No es el único paralelismo que se establece, las desviaciones son múltiples, todas ellas ricas en imaginación y desbordantes en creatividad, lo que se concreta en un dibujo de trazos amigables, pero precioso en sí mismo considerado. Una auténtica delicia que encantará a los amantes de la animación y convencerá con facilidad a aquellos otros más reacios, como un servidor.
El páramo (David Casademunt) – Oficial Fantàstic Competición
Asistimos, en el inmejorable marco del cine Auditori, al estreno mundial de El páramo, largometraje de debut del director catalán David Casademunt, producido con todos los honores por Netflix. Pero, a medida que pasan los minutos, esa buena impresión inicial acerca de la potente e indiscutible dirección de arte, y el impresionante paraje de exteriores en que se enmarca la cinta (rodada en Teruel), se desvanece sin posibilidad de vuelta atrás. La película es un perfecto catálogo de las debilidades de una ópera prima: personajes poco creíbles, situaciones increíbles (aun en el marco del fantástico), y una realización estándar, apoyada en los consabidos efectos de sonido. Lo más preocupante, no obstante, es la falta de personalidad que se deduce de un producto así, que recurre a una historia, la del hombre del saco, tantas veces vista, por más que se cambie la localización y la época en que surge el mismo.
Mad God (Phil Tippett) – Oficial Fantàstic Competición
Y rematamos esta primera crónica con el último film visto el lunes por la noche, Mad God; bendita locura. Dirigida por Phil Tippett, un consumado maestro de la animación stop-motion y los efectos especiales (fue el responsable de animar a Jabba el Hutt, por lo que ganó el Oscar gracias a El retorno del Jedi en 1983), se trata de una obra de marcado carácter experimental, sin texto -solo en el inicio, a modo de introducción al viaje al inframundo que estamos a punto de emprender, se ofrece un pasaje del Levítico- ni diálogos, en la que el espectador se ve forzado a acompañar a un personaje, al que se alude como «el asesino», a través de los distintos infiernos por lo que ha de atravesar en su arriesgada misión, cruzándose con toda clase de seres, máquinas y fluidos, todo ello al son de una exquisita y envolvente música progresiva. En este subyugante y mastodóntico (han sido 30 los años necesarios para que el autor terminase de completarla) ejercicio de surrealismo fílmico pueden apreciarse citas a Harryhausen, Švankmajer e, incluso, al mismísimo Fritz Lang de Metropolis (1927), y es que su complejidad no para de crecer a medida que se sucede sus imágenes. Posiblemente mi favorita de esta primera tanda.