Medianía audiovisual y devaneos argumentales en Sitges 2021
octubre 15, 2021 por Roberto García-Ochoa Peces
Les explicaré el sentido de semejante título para esta entrada. Sitges supone un frenesí de visionados que hace del reposo un guiñapo, cuando este siempre se me ha antojado imprescindible para pensar cada obra cinematográfica. Pero hay que saber separar el grano de la paja. Y en esta edición, y tras haber visto más de una decena de títulos (casi todos de Sección Oficial, la que, presumiblemente, reúne aquellos más potentes), tengo la impresión de que muchos de ellos alojan una idea que, después, no se sabe desarrollar, lo que acarrea que se dé vueltas sobre la misma a lo largo del minutaje (devaneo), con pequeñas fugas o variaciones no demasiado relevantes; además, la exhibición visual de esta se antoja también insuficiente, pobre por doquier, y cuando es rica, como veremos, el texto subyacente se revela enrocado, por lo que en el fondo resulta un esfuerzo fútil. Y en estas nos encontramos, a mitad de camino de este viaje que seguimos narrando con ilusión…
The Innocents (Eskil Vogt) – Oficial Fantàstic Competición
De Uskyldige (mejor así, a riesgo de que Google traiga a Jack Clayton hasta aquí) es una coproducción entre varios países del norte de Europa y Reino Unido que se adhiere a ese ritmo nórdico tan característico y reconocible en su cinematografía. Planos largos donde observar esos pequeños detalles que marquen la diferencia en un relato cuya fantasía de marcada crueldad va en claro crescendo; el problema es que las imágenes que construye Eskil Vogt carecen de la capacidad de sugestión que sí ostentaban, por ejemplo, las vistas el día anterior en la extraordinaria Lamb, con el añadido de que aquí se delega todo el peso dramático (y narrativo) en los niños que interpretan, o bien a pequeños matones (a diversa escala), o a seres enfermos y, a priori, incomunicados, con el consabido riesgo que en su día ya advirtiera el bueno de Hitchcock. Además, sus secuencias más marcadamente irreales, si bien contadas, desentonan en un conjunto que se define por su austeridad.
Luzifer (Peter Brunner) – Oficial Fantàstic Competición
La cinta dirigida por Peter Brunner supone, como la arriba reseñada, un inmejorable ejemplo de lo que adelantaba en el texto introductorio. Luzifer es lo suficientemente bizarra, rara y outsider como para atraer a aquella cinefilia más anárquica y buscadora de lo diferente, pero más allá de una estética sucia y de trazo oscuro (y oscurantista), en realidad no hay demasiado bajo estos ropajes de (falsa) religiosidad y rechazo a la sociedad. Acaso lo mejor de esta fábula sobre la vida libre y en paz con la naturaleza frente al abrazo de la vida moderna, tecnificada (y cruel por imposición) sea la banda sonora que compone Tim Hecker, un genio de la electroacústica, cuyas fugas experimentales hacen más llevadero el viaje.
The Medium (Banjong Pisanthanakun) – Oficial Fantàstic Competición
Concebido y narrado en forma de falso documental, The Medium nos acerca a Isan, una región al noreste de Tailandia, adonde acude un grupo de reporteros para indagar sobre el mundo del chamanismo y su impacto en la zona. Una premisa la mar de interesante, pero ante la que, cuando todo el mundo -responsables y público- es conocedor de su condición fake, cabe cuestionarse su idoneidad. En lo estrictamente cinematográfico, su narración está muy dividida, con una primera parte tranquila y que se acoge más a este género, y una segunda y, sobre todo, un tercio final, que vira hacia el terror sobrenatural al estilo de cintas occidentales pertenecientes al Found Footage. Quizá sea una propuesta que, en el fondo, esté destinada de manera más objetiva a los espectadores asiáticos, vividores de estos terribles hechos que, eso sí, se han garantizado como reales.
Coming Home In The Dark (James Ashcroft) – Oficial Fantàstic Competición
Estrenado en el pasado festival de Sundance, Coming Home in the Dark es el largometraje de debut del neozelandés James Ashcroft. Se trata de una road movie en la que el espectador se ve forzado a acompañar a una familia que pasa de tener una plácida tarde campestre a vivir una auténtica pesadilla, después de ser raptados y maniatados por una pareja de desconocidos que van armados. Es un thriller contundente, relativamente bien llevado -se extiende de manera visiblemente innecesaria el calvario de algunos personajes hasta la extenuación- y que desprende un aire estético de manifiesta ascendencia indie, lo que le hará más atractivo (y llevadero) al espectador no habituado a festival (en definitiva: que tendrá un amplio recorrido en plataformas tras el mismo). Asimismo, es un título que sirve de perfecta ilustración a la dudosa selección que se ha llevado a cabo dentro de la Sección Oficial a concurso de esta edición.
Limbo (Soi Cheang) – Oficial Fantàstic Competición
El director Soi Cheang regresa a Sitges para presentar esta obra hongkonesa, un trepidante y ultraviolento thriller en la que una pareja de policías anda a la caza de un asesino en serie, para lo que se aprovechan de una pobre desgraciada que tuvo un desagradable lance en el pasado con uno de ellos, y que ahora vive perseguida y en la inmundicia. Y de inmundicia, rencor e imposible redención hablan el guion de esta abigarrada película, donde su fotografía en blanco y negro y extraordinario diseño de producción y decorado -que revelan un paisaje más propio de una ficción distópica poblada por máquinas y no seres humanos- destacan por encima de su trepidante sucesión de imágenes, que se saben (y, por tanto, tienden) a la exageración. Una muy agradable sorpresa y, desde luego, situada dentro de la tanda más potente de la Sección Oficial.
Inexorable (Fabrice Du Welz) – Oficial Fantàstic Competición
Fabrice Du Welz puede ser el ganador al premio de visitante más asiduo a Sitges, ya que solo han pasado dos años desde que presentara Adoration (por la que, precismente, le entrevistamos aquí), y la inmensa mayoría de sus trabajos anteriores han sido proyectados en el marco del festival. Inexorable no supone una diferencia respecto a los temas y el estilo habituales del realizador belga, pero su capacidad para explorar el surgimiento de la violencia desde distintos ámbitos vuelve a ser encomiable. Y ahora se ocupa en meter el dedo en la llaga de la alta sociedad a través de una historia de amor perdido, éxito inmoral y el aprovechamiento como forma de supervivencia vital. La cinta ilustra todos estos temas mediante una fotografía muy marcada, que se explicita en determinados momentos hacia tonos agresivos para jugar con la progresiva decadencia del grupo de personajes. ¡Chapeau, monsieur Fabrice!
She Will (Charlotte Colbert) – Oficial Fantàstic Competición
She Will, debut en la dirección de Charlotte Colbert, es otro ejemplo palmario de la idea que ilustra esta crónica. Una actriz maltratada (física y mentalmente), en clara alusión a los recientes episodios relacionados con el #MeeToo, acude a una clínica en Escocia, siempre acompañada de una joven enfermera, para recuperarse, pero tampoco tarda demasiado en rechazar al resto del grupo que allí convive, seres extravagantes por doquier. En su lugar, comienza a experimentar visiones y capacides psíquicas que amenazan con llevárselo todo por delante… Todo lo anterior, atractivo en apariencia, se pone en escena sin orden ni concierto, eso sí, bajo cuidados efectos -la cinta está producida, nada más y nada menos, que por Dario Argento-, y la sensación final que queda es la de haber visionado las ínfulas de una artista en ciernes, ya sean artísticas o reivindicativas.
Silent Night (Camille Griffin) – Oficial Fantàstic Competición
Silent Night se enmarca en un trasfondo apocalíptico, específicamente inglés: la población ha de decidir enfrentarse a una muerte digna (eso sí, por orden y mandato). Pero hay rebeldes. Y también ganas de celebración de una vida a punto de extinguirse, ¿acaso hay una mejor manera? Así, Camille Griffin se ríe de las convenciones y entrega una comedia de corrosivo humor negro para destapar vergüenzas entre parejas, líos, celos ocultos, y educación familiar, o falta de la misma, que para este ocaso casi viene a ser lo mismo. También se ríe del género fantástico en sí mismo, porque lo utiliza como una mera excusa para lanzar un mensaje de aviso y relegar un plano final demoledor, todo ello mientras nos ha entretenido como pocas cintas en esta sosa edición del festival. Bienvenidas sean este tipo de agradables sorpresas.
We Need To Do Something (Sean King O’Grady) – Oficial Fantàstic Competición
Concluimos este segundo repaso a los títulos de la Sección Oficial que estamos teniendo la oportunidad de ver con We Need To Do Something, dirigida por el también debutante Sean King O’Grady. Otra cinta que encara algo parecido al fin del mundo (o similar, como una posible invasión extraterrestre: la inconcreción gana), apañándoselas también para no mostrar nada explícito sobre el mismo, y así concentrar la acción en algunos de sus efectos colaterales. En este caso, la reclusión de una familia en el cuarto de baño de su casa, tras el bloqueo de la puerta por el derrumbe de parte de la casa. Obligados a convivir durante hora y media con este grupo de personajes, sería de agradecer que estos tuvieran matices de interés, que sus diálogos no fueran una pelea constante sobre su situación, o, incluso, que se sacase algún partido a un escenario tan reducido. Pero nada de esto sucede, y lo que queda es una cinta aburrida y que habrá quedado olvidada al coger el tren de vuelta a casa. Este es el panorama de la Sección Oficial este año. Seguiremos informando, pero no garantizamos nada.