Los mejores títulos de Sitges 2014

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Top Ten Sitges 2014 

A continuación una lista de las mejores películas del festival. Las mejores para el que suscribe estas líneas, lo que no pretende sentar cátedra. Son las que, bajo mi criterio, alcanzan unas cotas de calidad importante y/o suponen un añadido relevante dentro del actual panorama cinematográfico, cada vez más tendente a la fotocopia en claroscuro; puntos de (ilusionante) fuga a los que, sin duda, merece prestarse la debida atención así como darles una oportuna revisión. Y una selección donde urge tener en consideración la inevitable condición de sesgo, ya que uno no puede dividirse (ni multiplicarse) para visionar películas en una semana; algo patente en la inexistencia del título a la postre ganador: I origins. 

10 – Oculus

Póster de OculusUn film que (de nuevo) visualiza pesadillas en el interior de una casa y que disturba la paz de su familia ocupante. Sólo que en esta ocasión entra en juego un objeto maldito: un espejo como recurso terrorífico que será muy bien utilizado en el entramado narrativo del film, estructurado en varios espacios temporales que conviven y confieren sentido a una historia que de otra manera se habría revelado más estándar. Buenos efectos visuales y sustos con enjundia es lo que le espera a todo aquel que se atreva a adentrarse en su interior…

= Aux yeux des vivants

Póster de Aux yeux des vivantsTerror extremo que parece parido directamente de las entrañas por Julien Maury y Alexandre Bustillo, que antes dirigieron las espeluznantes A l’interieur y Livid. En Aux yeux des vivants varían la manera de encarar su historia, derivándola hacia terrenos más propios del género de aventuras, pero donde previamente ya nos han escandalizado a través de una secuencia inicial sencillamente brutal, que servirá de engarce con la trama principal. En ésta, unos niños normales toparán con el descubrimiento del horror, de la otra cara de la moneda, y a partir de aquí se generará una emocionante persecución. Tanto el pulso narrativo como el impacto de algunas secuencias están al alcance de muy pocos realizadores hoy día, como si de un disparo a la yugular se tratara, que te inmoviliza pero permite seguir mirando al menos durante unos instantes… Esa sensación de encerrona fatal es la experiencia que nos hacen vivir estos jóvenes realizadores franceses, un enfrentamiento enérgico e irreparable entre la razón y la desdicha.

9 – Under the skin

Un póster alternativo de Under the skinTenemos ante nuestros ojos un torrente de seducción que comienza como si del último eco anómalo de 2001: Una odisea del espacio, se tratase; no es sino la detallada representación del proceso de creación, de la extraña e inexplicable metamorfosis de algo en otra cosa diferente: el ser que nos acompañará durante cerca de las dos próximas horas. Sólo que mantiene la imponente encarnación corporal que proporciona Scarlett Johansson -exquisito acierto de cásting, para con el sentido que recorrerá la historia-. Solitaria presencia sobre las grises calles escocesas, quizás más inhumanas que la propia protagonista, que cubrirá su inaprehensible misterio a través de la escasez de diálogo, pero empleándolo hábilmente desde lo más hondo de la seducción como para atrapar, literalmente, a los pobres aventurados seres que poblamos este mundo, por lo común movidos por el afán deseoso, por la culminación sexual. Ciencia-ficción de alta cualidad íntima que gusta de contemplar e intimidar al espectador desde la calma, sin olvidarse del resurgir del sentimiento, cuyo último resquicio es el miedo, aunque sea a última hora. Pura hipnosis cinematográfica.

8 – La french

Póster de La frenchEsta cinta dirigida por Cédric Jimenez supone un viaje de más de dos horas al interior de la lucha entre los poderes legales y la mafia del narcotráfico en Francia. Filmada con pulso de hierro, de clara exposición narrativa y bien interpretada, esta cinta remite al mejor cine Polar francés de los años setenta, una suerte de homenaje/reproducción del mismo entremezclada con el evidente palpitar de propuestas posteriores como Scarface de De Palma o Casinode Scorsese, y donde no abundan largas secuencias de acción, prestándose en su lugar atención al correcto desarrollo de la historia, la relación de los personajes y guardando un decisivo hueco para explosiones de violencia casi siempre en forma de tiros a bocajarro.

= The rover

Póster de The roverDavid Michod, el realizador del sobresaliente drama mafioso Animal Kingdom, vuelve a escena con The rover, una road movie que sigue los fríos pasos de dos forajidos de los que no nada sabemos, y cuyo único objetivo parece ser recuperar el coche de la marca Rover que uno de ellos perdió en un enfrentamiento. Un Macguffin que sirve para desencadenar un ejercicio de sobriedad cinematográfica no exento de contundencia y riqueza fotográfica, y en la que los inmensos papeles de la pareja protagonista (Guy Pearce y Robert Pattison) así como su formidable integración en sus papeles, da vuelo a una obra impresionante y que pasa por delante del espectador como un camión arrollador. Otra de las cintas no de terror del festival, sin lugar a dudas.

7 – In order of disappearance

Póster de In order of disappearanceLa propuesta del país nórdico dirigida hace acopio de una línea de sobriedad condimentada con la justa dosis de un humor extraído de un pozo negro y notablemente punteada con precisas y terribles explosiones de violencia. La que viene a invadir la noble existencia de un pobre conductor de quitanieves (excelente, como casi siempre, Stellan Skarsgard), recién nombrado ciudadano ejemplar del año en una pequeña población, y que ante la desaparición y muerte de su hijo, decide hacer frente a la mafia noruega con el único objetivo de vengarle a cuelquier precio. Mordaz retrato del subsuelo de un país no tan ejemplar como muchos creen, el trabajo de Hans Petter Moland se manifiesta preciso, inquietante y demoledor, sin olvidar en el camino el ejercicio de la diversión y la peculiaridad en el peor de los contextos.

= Goodnight mommy

Póster de Goodnight mommyCinta alemana dirigida a dos manos por Veronika Franz y Severin Fiala, se trata de un terrible drama familiar -una madre regresa a casa con sus dos pequeños tras realizarse una operación facial después de un trágico accidente- en el que, a medida que pasen los minutos, incrementará su violencia de manera desproporcionada, hasta llegar a un punto límite bastante insoportable. Pero no se trata de violencia gratuita, más al contrario: la justificación está perfectamente explicada en la historia, y resulta tan terrible como estremecedora; los directores ofrecen una radiografía clínica de las consecuencias de la pérdida de identidad, el cariño y el dolor, canalizada a través de los impulsos más bajos que residen en lo hondo de nuestro ser, con independiencia de la edad. Un film que recuerda a la obra del también centroeuropeo Michael Haneke, por su capacidad para plantear una disyuntiva extrema, pero de manera inteligente.

6 – The babadook

Póster de The babadookEl debut en el largo de Jennifer Kent aborda la típica historia de pesadillas infantiles ante monstruos nocturnos, pero ésa es sólo la capa superior bajo la que subyace un completo estudio psicológico de la relación entre una madre con apuros económicos y su hijo hiperactivo, de la simbiosis del trauma, del intercambio y la transmisión del miedo en un ambiente de inseguridad y soledad ante una etapa que se antoja crucial en la existencia de estas dos almas desvaídas. Funciona muy bien como ejercicio de cine de género, consiguiendo mantener en vilo al espectador, bien recogidito en su butaca, pero lo hace aún más cuando se plantea la interiorización del elemento sobrenatural, y así se eleva como un notable ejercicio de terror psicológico.

= It follows

Póster de It followsRecuerdan los momentos más terroríficos de It follows a ciertos parámetros del cine de Lucio Fulci, no por una representación gore del más allá sino por una concepción de la manifestación del mal de puro espeluznante, con el (agradecido) añadido de no recurrir al impacto audiovisual que pretende asustar, sino a una elaborada construcción del plano -en algunas ocasiones con giros de 360 grados, para localizar la dirección de la segura amenaza – con el fin de transmitir sensaciones sin duda inquietantes sobre el espectador, más aún cuando el horror se configura en modo cíclico. Lo anterior unido a unas líneas electrónicas de raíz ochentera y ánimo carpenteriano hacen que David Robert Mitchell entregue la cinta de género de terror puro del festival junto a la también notable The babadook. 

5 – The tribe

Póster de The tribeDureza extrema, registrada sin adimento, es la sensación que me va a llevar a finalizar las proyecciones de este año con el pase único -curiosa manía la de la organización en destinar un único hueco para cintas que se antojan importantes; es ésta la ganadora de la pasada Semana de la Crítica en Cannes-. The tribe es una película ucraniana de casi dos horas y media de duración que nos hace invitados de excepción de un centro de menores sordomudos. La propuesta del debutante Myroslav Slaboshpytskiy es llevarnos de la mano de los chicos sin diálogo, música o subtítulo alguno; una manera de imposibilitar al espectador (a la práctica totalidad del público, con honrosas y contadas excepciones, es de suponer) y hacerle pensar sobre el surgimiento de la violencia pura, así como un ejercicio de nueva sintaxis cinematográfica, transmitida desde el impacto y una dolorosa cercanía -la cámara de Slaboshpytskiy testimonia los actos de los chicos como si fúesemos uno de ellos, introduciéndonos en su cercanía según la gravedad de la acción pertinente o bien alejándonos cuando requiere de nuestro juicio-. Ahogar al espectador de pleno y proponerle un ejercicio de libre interpretación y subsiguiente reflexión son las virtudes que acuden ante el visionado de este inteligente y necesario film.

4 – Starred up

Póster de Starred upLo que nos encontramos aquí es un tremendo retrato carcelario, seco, directo, sin concesión alguna de cara la galería, y carente por completo de cualquier alivio en forma de humor. Todo ello para testimoniar la presencia de un chico de 19 años que acaba de ingresar, y que de ha de convivir en este inhóspito ambiente; un torrente nervioso tal que hace frente a los clanes establecidos… entre los cuales se encuentra su padre. Una aproximación muy diferente a la habitual en este tipo de realizaciones, propulsada gracias a un espectacular trabajo de los actores en su conjunto, al nervio narrativo y a la brutal sequedad de la puesta en escena por parte del realizador David Mackenzie. Cero por ciento de cine fantástico, cien por cien de adrenalina, de puro veneno inyectado directamente en el bajo vientre.

3 – A girl walks home alone at night

Póster de A girl walks home alone at nightSe trata de una producción americana de vampiros, pero ambientada en terreno iraní, en la ciudad de Bad City, que puede ser cualquier ciudad o pueblo árabe. Un lugar donde reina la miseria y los machitos campan a sus anchas oprimiendo a la mujer, al desfavorecido; un enclave en el cual la mayor preocupación de un padre es cuidar de su gato, y donde su hijo ansía poder comprar algún día un coche descapotable. Y en medio de toda esta miserable cotidianeidad, pulula una vampira, que viste burka y camiseta a rayas horizontales; que combina el negro de su raya de ojos con zapatillas blancas. Deliciosa composición de sensibilidad pop que, en ningún caso, reniega de la furiosa violencia inherente al género vampírico, sólo que sublimándose esta adscripción para entablar un genial retrato de la tristeza que reina en el interior del pueblo árabe y en el del alma de sus propios habitantes. Y para darlo forma, la joven realizadora, Ana Lily Amirpour, exhibe un talento precoz en la composición del plano y en los suaves e inquietantes travelling con que acompaña el viaje de sus protagonistas, todo ello filmado en un precioso e inquietante blanco y negro.

= Magical girl

Póster de Magical girlEs una obra tan rica, compleja y honda que bien merecería un estudio. Como primeros apuntes, reseñar que rebosa sensibilidad, así como una violencia extrema, probablemente la más desproporcionada de todo el festival, pero transmitida mediante una gran inteligencia: la de su elipsis, con el único fin de liberar una catarsis emocional que sólo puede resolverse de una única manera: bajo el influjo de la magia. La del cine, que se utiliza para la exaltación de la vida… y del dolor. Y de la ilusión y la comedia. Y del rostro: el de un inconmensurable, irrepetible, irremplazable José Sacristán. Él representa “lo viejo”. Carlos Vermut “lo nuevo”. De su unión ha surgido una chispa de luz (aunque, irónicamente, el apagón de veinte minutos que se produjo durante la proyección pueda hacer pensar lo contrario). Otro cine (español) es posible.

= Reality

Póster de RealityReality consigue sacarnos de esa realidad estándar en la que habitualmente estamos inmersos, para hacernos viajar en un bucle inesperado donde la interconexión con nuestros semejante es total y sorprendente. Este director francés ya ha demostrado sobradamente que su capacidad de imaginación no alberga barreras, tal es su genio para idear una historia así de bizarra, un ejercicio de brillantez metacinematográfica repleta del humor absurdo que sólo unos personajes tan (a)normales y bien definidos como los que por aquí pululan pueden conseguir. Y si a la fórmula anterior se le añade un sustrato de música electrónica en loop, el objetivo de idiotizar nuestra mirada queda plenamente conseguido. Definitivamente, Quentin Dupieux juega en otra liga distinta.

2 – Adieu au langage

Póster de Adieu au langageAl igual que sucede en el caso de Quentin Dupieux, Adiós al lenguaje también aborda otro tipo de realidad. Muchos lo tildarán de experimento, pero Godard sabe perfectamente lo que quiere transmitir en estos 70 minutos, y para todo aquel espectador dispuesto a realizar un ejercicio de pensamiento, lo consigue con creces. Un ejercicio cinematógrafico radical, de un autor puro y absolutamente libre; una proposición de ideas con su correspondiente asociación de imágenes donde la vertiente crítica asoma incluso por encima del lenguaje, pero donde éste tiene la significancia que siempre debió albergar: prestarse como vehículo de ideas y modo de expresión para conformar una narración. Terrorismo y metáfora, naturaleza y vida, sonidos y letras con el relevante sufijo del 3D, que le sirve a Godard para redondear las formas y aumentar el impacto de su mensaje: las palabras como modo de enfrentamiento y búsqueda, la del espectador hacia el encuentro de su propia conciencia crítica. Un título clave, no ya de Sitges, sino de este año 2014. Haciendo uso del rico lenguaje francés: un “Hors catégorie” en toda regla.

1 – The duke of Burgundy

Póster de The duke of BurgundyTras el éxito de Berberian Sound Studio (presentada hace dos años en el festival), el inglés Peter Strickland vuelve a cuajar una obra de arte dotada de una gran fuerza estética y una poderosa cualidad sensual, emparentando así en esta ocasión la orientación de esta compleja relación ama/esclava con el lujo cinematográfico que supone su puesta en escena, detallista y de sensación onírica. Una maravilla de la seducción dotada de pleno sentido en su construcción e insuflada de un hálito de misterio, finalmente enraizada en una atractiva componente de peligrosidad; cuando el impulso interior puede a la razón para abrir las alas de los sentidos.

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