Cinema Giallo por Regia Films
6julio 17, 2013 por Roberto García-Ochoa Peces
Los aficionados al cine de género más bizarro estamos de enhorabuena. En realidad, lo llevamos estando ya durante un tiempo, el que ha transcurrido desde que la editora Regia Films decidió lanzar una colección del denominado género giallo.
En primer lugar, por atreverse a desenterrar cintas que en verdad sólo conocerán aquellos paladares más inquietos y morbosos -lo que supone toda una arriesgada apuesta comercial teniendo en cuenta el panorama-; y en segundo término, aunque no menos importante, por hacérnoslas llegar en las mejores condiciones posibles: copias íntegras que parten de los mejores materiales existentes, que respetan el formato de imagen y que incluyen los audios originales junto a su pertinente pista de subtítulos (aspectos básicos e imprescindibles para el pleno disfrute de cualquier creación audiovisual, pero que aun hoy día siguen sin cumplirse en innumerables lanzamientos), y a falta de contenidos adicionales -difíciles de encontrar para films de estas características-, presentando el pack con un atractivo diseño y la posibilidad de varias carátulas.
El término giallo (que significa «amarillo», en italiano) hace referencia a la colección de novelas policiacas y de misterio que apareciera en Italia de la mano de la editorial Mondadori: I libri gialli. Se trata de novelas con una intriga básica y de fácil lectura para el gran público, baratas y que tenían una característica común: su tradicional portada lucía un llamativo fondo de color amarillo -punto original que el diseño actual de los dvd de Regia Films se ocupa de recordar-. Esta fue la idea de base a partir de la cual se desarrolló todo un subgénero cinematográfico, que tomaba la premisa de aquellos argumentos pero envolviéndolos en un aspecto formal cuasi delirante y regándolos con secuencias de terror bastante explícito (sobre todo en la parte de los asesinatos, altamente estilizados y convertidos en auténticas set pieces de seductora visualización). Así, con la patente del gran Mario Bava, por erigirse como creador de esta serie a través de La muchacha que sabía demasiado e, inmediatamente después, la más conocida Seis mujeres para el asesino, y con la popularización posterior llevada a cabo por Dario Argento (El pájaro de las plumas de Cristal, Suspiria, Tenebrae), Italia entregaba al mundo uno de los guilty pleasures por excelencia de todo el universo cinematográfico del horror: el cinema giallo.
Regia Films acaba de lanzar el último título de esta colección, Angustia de silencio (Non si sevizia un paperino), una de las películas más redondas en toda la filmografía de su irregular director, el inefable Lucio Fulci; un auténtico pornógrafo de la violencia, capaz de llevar hasta el extremo último de la explicitud las mayores tropelías vistas en una pantalla, amado y odiado a partes iguales entre los aficionados. En ella seguimos la pista a una serie de crímenes y desapariciones en un marco rural, prestándose una atención especial en la historia al componente infantil así como indagando en el trauma de tipo religioso y mágico que afecta a toda una comunidad. Probablemente, una de las mejores cintas del realizador italiano y casi con total seguridad, su mejor incursión en el giallo, y ello sin la necesidad de abusar del componente gráfico tan presente en sus imágenes, ocupándose en su lugar de dar algo más de cuerpo a un relato no demasiado enjundioso de por sí (carencia habitual en este género). Reseñar que como contenidos adicionales en la presente edición, se nos ofrece el tráiler de la película y una escena eliminada de 20 segundos de duración.
Precisamente hace unas semanas, como penúltimo título de la colección, apareció el ya citado La muchacha que sabía demasiado (La ragazza che sapeva troppo), título de capital relevancia puesto que se puede considerar como el primer giallo de la historia -por introducir la temática y estilo habituales que posteriormente conformarían el género-, a pesar de que muchos delegan esta suposición en Seis mujeres para el asesino, beneficio que puede concederse por el mero hecho de ser la primera rodada a todo color (otro factor clave dentro del libro de estilo en este tipo de realizaciones). Sea como fuere, lo cierto es que La muchacha… ofrece un ejercicio de pura tensión a través del extenuante seguimiento que Bava hace de una pobre muchacha que, sin adivinarlo, se ve envuelta en una trama de asesinatos y persecuciones, lo que confiere a la obra un apreciable y muy estimulante tono pesadillesco que logra atrapar la atención del espectador a lo largo de sus escasos 90 minutos de duración. Una cinta muy apreciable, repleta de jugosos estímulos visuales e imaginativa planificación, fruto del genio incomparable del realizador italiano para la composición de escenas turbadoras, a su vez claramente inspirado (y no sólo a través del guiño del título) en las virtudes de otro autor total de sobra conocido por todos los amantes del misterio: Alfred Hitchcock.
Son estos los dos últimos títulos de una colección que previamente había indagado en otros aún menos conocidos o populares, si cabe; no por ello menos curiosos o apetecibles para el aficionado interesado. A saber: La tarántula del vientre negro (La tarantola dal ventre nero, de Paolo Cavara), Con el corazón en la garganta (Col cuore in gola, de Tinto Brass), Una lagartija con piel de mujer (Una lucertola con la pelle di donna, de Lucio Fulci), 5 muñecas para la luna de agosto (5 bambole per la luna d’agosto, de Mario Bava), Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio, de Sergio Martino) y Crimen en la residencia (Nude… si muore, de Antonio Margueriti). Se configura así una terna de 8 títulos de auténtico Cinema Giallo, por fin bien traído a nuestro país (no es la primera vez que aparecen aquí ediciones de este tipo de cine, pero el recuerdo es infame). Esperamos con expectación los siguientes.
Excelente post, esta colección vale la pena tenerla en casa.
Gracias, Alfredo.
Pues la verdad que sí, quedan mu bonicas todas junticas en la estantería, con sus lomos amarillos. Por cierto, cuando quieras sacamos alguno de los discos de la caja y… 😉
¡Salud, camarada!
A ver sí…
Tenemos que reunirnos para lo del feed rss. No sé cómo no habíamos utilizado antes esa herramienta.
Configura tu rss en feedburner y mándame el código script que te sale.
La verdad es que nunca lo he usado, pero bueno, habrá que mirar todas las posibilidades, claro.
Ya hablamos.
Estupendo artículo introductorio, Rober.
La única pena de estas colecciones de «giallo» es que siempre suelen meter bajo esa etiqueta películas que nada tienen que ver con el giallo, y olvidan títulos fundamentales que sí deberían estar. Curiosamente, las dos iniciativas que ha habido en España para editar «gialli» (primero Vellavision y ahora Regia) adolecen del mismo defecto.
Por otra parte, y curiosamente, aun siendo el «creador» del género el genial Mario Bava (para mi con la estupenda «6 mujeres para el asesino», ya que «la muchacha…» no deja de ser un ejercicio de admiración o imitación de D. Alfredo), el autor más imitado hasta la saciedad y que creó una legión de seguidores (cineastas y público) fue en realidad Dario Argento. 4 moscas sobre terciopelo gris, el gato de 9 colas y el pájaro de plumas de cristal, además, fueron imitadas hasta en sus títulos con «animales», «números» y «colores». Luego vino la inclusión del componente «sobrenatural»… llegando al punto que Argento creó su propio ideario de lo que debía ser un giallo, regalándonos una lista de 8 reglas que ya es bizarra por sí misma:
1).- No hacer trampas nunca con el espectador
2).- El asesino no puede ser nunca el policía
3).- El final no se puede justificar con hechos mágicos o paranormales
4).- El asesino solo puede ser desvelado en los últimos cinco minutos de la película
5).- El descubrimiento del asesino debe estar precedido del aparente descubrimiento de un aparente asesino
6).- El espectador, de la visión del film, debe poder haber descubierto al culpable, a través de alguna pista, dificil pero real, dejada por el autor
7).- Los sospechosos deben ser al menos 4
8).- De las 7 anteriores deben respetarse al menos 5, dos pueden transgredirse
Un placer leerte, como siempre. Y nos vemos el sábado…
¡El placer es mío, don Paco!
Curiosas las reglas que mencionas… las desconocía por completo. Y sí, estoy de acuerdo en que el género alcanzó sus máximas cotas de calidad con algunas de las obras de Argento, quizás no todas las de la «trilogía animal» pero sí en su conjunto para este género, desde luego. Pero es que Bava es mucho Bava, amigo…
Sobre tu apunte de las ediciones, está claro que aún faltan muchos títulos por salir al mercado, pero bueno, de momento esto es un buen comienzo y una buena iniciativa por parte de Regia (hay algunos verdaderamente interesantes en los 8 que hasta el momento han salido), que a diferencia de la otra editora que mencionas sí se ha tomado el esfuerzo de traer este cine tan minoritario en las mejores condiciones, lo cual no es tan sencillo como pudiera parecer. Y es cierto que hay títulos que podrían no etiquetarse como giallos siendo puristas, pero esto no está tan claro y en cualquier caso está abierto al debate (que siempre será bienvenido puesto que es enriquecedor para el aficionado).
Muchas gracias por tu genial aporte y un saludo!