The Neon Demon y Arrival cierran Sitges 2016

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octubre 20, 2016 por Roberto García-Ochoa Peces

Imagen promocional del festival de Sitges de 2015

 

Voyage of Time, el documental sobre la creación de Terrence Malick; Arrival, la cinta de ciencia ficción de Denis Villeneuve programada en la Sesión Sorpresa; y The Neon Demon, la espectacular nueva obra de Nicolas Winding Refn, cierran la 49 edición del festival de Sitges. 

Una imagen de Arrival, de Denis Villeneuve

Y llegamos al final de estos nueve intensos días donde hemos disfrutado del mejor cine fantástico mundial que podrá verse (o no) a lo largo de la nueva temporada cinematográfica, y todo ello en un enclave sencillamente encantador como es la pequeña localidad de Sitges. Como comentábamos al final de la anterior crónica, la lluvia cesó y eso permitió que la afluencia de público volviera a ser notable –durante los días lluviosos se apreciaba menos gente en las colas de los cines, teniendo en cuenta tambiél el importante condicionante de ser días laborables, salvo el miércoles–, y que la algarabía en las salas fuera la norma, como siempre ha ocurrido en este festival. Aún quedaban algunas cintas importantes por proyectarse, como la esperada The Neon Demon, que cumplió sobradamente con todas las expectativas puestas en ella, o que se desvelara la siempre motivadora sesión sorpresa casi a modo de clausura no oficial del festival, que finalmente resultó ser Arrival, la última película del competente director de origen canadiense Denis Villeneuve. Pasamos, pues, a comentar las últimas impresiones sobre lo allí visto (pero no desconecten, ya que próximamente seguiremos publicando entradas relacionadas con el festival, como algunas entrevistas a autores que presentaban sus obras y que pudimos realizar in situ):

 

Terraformars (Takashi Miike) – Oficial Fantàstic Competición

Póster de Terraformars, de Takashi MiikeEl nombre del prolífico realizador japonés Takashi Miike –que viene ralizando una media de dos películas al año durante los últimos cuatro, y que en la pasada edición presentaba As The Gods Will y Yakuza Apocalypse– no podía faltar en el festival, y Terraformars ha sido la película que se ha presentado esta vez. Se trata de una espectacular cinta de ciencia ficción basada en un manga, que cuenta la lucha que se establece entre cucarachas expulsadas de la tierra y enviadas a Marte, y humanos conflictivos o delincuentes que son enviados por un excéntrico mandamás a ese mundo para combatir su posible amenaza frente al nuestro. Existe una inquietante lectura social con un evidente (y enconado) mensaje crítico soterrado bajo las espectaculares imágenes que recorren la nueva obra de Miike, que ya de por sí resultan lo suficientemente potentes y atractivas –repletas de vigorosas transformaciones de humanos en su versión animal en forma de insecto, de cara a pelear de tú a tú con los bichos del planeta rojo; lúdicas, por lo demás, en su explicación cara al espectador, pero igualmente presentadas bajo un demoledor sentido irónico– como para ser tenidas en consideración, pero que se ven potenciadas de aquella manera. Así, bebiendo inicialmente de un paisaje ambiental propio de Blade Runner  (Ridley Scott, 1982)–únicamente a modo de sentido homenaje– y chupando, en lo subsiguiente, de la imaginería inherente a esa reivindicable joya sci-fi que es Starship Troopers (Las brigadas del espacio) (Paul Verhoeven, 1997), Miike consigue entregar una cinta bien orquestada, conscientemente empaquetada, vigorosa en su acción y a la que, en ningún caso, debiéramos mirar por encima del hombro, ya que de lo contrario correríamos el riesgo de automutilarnos en su superficie. Una más que grata sensación dentro de la Sección Oficial.


 

Hardcore Henry (Ilya Naishuller) – Oficial Fantàstic Sesiones especiales

Cartel de la película Hardcore Henry

Producida por el temible Timur Bekmambetov –Wanted (2008); Ben-Hur (2016)– Hardcore Henry supone el debut en el largometraje de Ilya Naishuller. La película es un ejercicio de estilo extremo que retrata las andanzas de un cíborg asesino en primera persona, y que basa su puesta en escena en los modos de representación de un videojuego shooter. Así, el lenguaje propio de estos –elemental, por cuanto se trata de una supervivencia básica y eminentemente visual, con gestos preparados y diálogos reducidos y muy superficiales– se traslada de manera extremadamente fiel a la película de imagen real, simulando un plano secuencia –evidentemente falso– y filmada en primera persona durante hora y media de metraje; un tiempo en el que solo vemos (y vivimos) disparos, muerte y destrucción a nuestro alrededor, en un ejercicio filmado con solvencia pero que se agota en sí mismo, exhausto en su propia contundencia y pasado de adrenalina. El público reaccionó entusiasmado, y es que el cine del futuro parece abocado a la eterna contaminación entre medios: música –Naishuller comenzó realizando videoclips para su grupo, Beating Elbows–, cómic –ahí está la fallida reproducción de Sin City (Robert Rodriguez, Frank Miller, 2005) para la gran pantalla– y, ahora (y mucho antes en otras muestras, aunque de manera menos radical), videojuegos. Mi más sincero pésame para todos nuestros vástagos.


 

Las tinieblas (Daniel Castro Zimbrón) – Oficial Fantàstic Sesiones especiales

Poster de Las Tinieblas, de Daniel Castro ZimbrónEl segundo filme de Daniel Castro Zimbrón (Táu, 2012) es una de las piezas más destacadas del nuevo cine de terror que está surgiendo en México en los últimos años –y que ha traído varias competidoras a la 49 edición de Sitges: Tenemos la carne (Emiliano Rocha Minter) y 1974 (Victor Dryere) son otros ejemplos–, historias oscuras y que se sirven del género para hablar de realidades en verdad acongojantes (culturalmente propias en bastantes ocasiones, o bien de carácter universal). La que nos ocupa presenta a una familia sin figura materna –y que tiene en el papel del padre a Brontis Jodorowsky (hijo de Alejandro, el famoso artista filosófico y multidisciplinar)– que vive en mitad de un frondoso y misterioso bosque bañado en una espesa niebla de carácter tóxico, lo que le imepele a recluir a sus vástagos más pequeños en el interior de la caseta, prohibiéndoles su acceso al exterior por miedo a una contaminación que, por extensión, se sobreentiende también como espiritual. Castro Zimbrón ilumina, con sumo cuidado fotográfico y bajo débiles focos que pretenden empapar las imágenes en las tinieblas del título, los mecanismos interiores del miedo, la dominancia sobre el prójimo y la pobreza de espíritu, todo ello sin abandonar el poso fantástico que va a irrumpir en el relato como manifestación física de los iracundos temores interiores, en una suerte de transfiguración metafísica de difícil aprehensión. La suavidad formal, la arrebatadora belleza estética y la no menos importante variación tonal que recorre su banda de sonido, hace de Las tinieblas una de las joyas ocultas más importantes de esta edición del festival.


 

The Neon Demon (Nicolas Winding Refn) – Oficial Fantàstic Competición

Poster de The Neon Demon, de Nicolas Winding RefnTras su paso el año pasado por el festival para presentar su voluminoso (y estupendo) libro de carteles “The Act of Seeing” y abrir la proyección retrospectiva de Este perro mundo (Paolo Cavara, Gualtiero Jacopetti, Franco Prosperi, 1962), y tres después del pase de su anterior filme, Solo Dios perdona, el danés Nicolas Winding Refn –que, pese a estar invitado, finalmente no pudo asistir, aunque nos regaló un simpático vídeo– trae su última obra al festival, The Neon Demon. Amparada en el mundo de la moda, el genial director realiza una enconada y lúcida diatriba en contra de toda su (falsa) aureola de esplendor, aun sirviéndose de sus despampanentes modelos y las luces de neón que transforman su belleza en éxito y glamour. Pero va mucho más allá, y traspasa esa capa meramente superficial para transformar ese mundo, literalmente, devorador, en una lectura moderna del satanismo, desperdigando símbolos y referencias a lo largo de su absorbente metraje; imágenes estéticamente impecables y prolongados planos, estudiados y ejecutados a la perfección, que envuelven a la frágil protagonista (Elle Fanning) en una espiral de miedo, descomposición e inevitable destrucción, siempre bajo una aureola de synth-pop oscuro construída a partir de las composiciones musicales del habitual Cliff Martínez. Una nueva clase magistral de cine por parte de Winding Refn, en la que sin duda es la mejor obra exhibida en la Sección Oficial.


 

Voyage of Time (Terrence Malick) – Oficial Fantàstic Sesiones especiales

Poster de Voyage of Time, dirigida por Terrence MalickLa nueva película de Terrence Malick relata los avatares de nuestra especie, desde su nacimiento a través de la teoría del Big Bang hasta nuestros días, donde la pobreza campa a sus anchas en una buena parte de nuestro mundo. Con la voz en off de Cate Blanchett a modo de narradora, podría clasificarse como documental, pero las espectaculares imágenes que se saca de la manga el estadounidense, aunque plausibles en la realidad, tienen un sentido puramente cinematográfico. Es una obra profundamente alegórica, que impele constamente al espectador a reflexionar sobre todo cuanto nos rodea, y que tiene como protagonista a la madre naturaleza, de constante alusión por la omniscente narradora. Desde luego es una película que se desmarca del convencionalismo y que es necesario revisitar para abarcar, si acaso es posible, en su completitud, e intentar asumir su manifiesta complejidad. Por algo la organización la programó como “sesión especial” en sendos pases en el Auditori en el mismo día, el sábado 15. Si les gustó El árbol de la vida (2010), apúntenla en rojo en sus agendas ya que exacerba esa senda; de lo contrario, descártenla desde este mismo instante.


 

Arrival (Denis Villeneuve) – Sessió sorpresa

Cartel de Arrival, de Denis Villeneuve

Y concluimos este repaso a la 49 edición del Festival de Sitges con la sesión sorpresa, que desde hace unos días ya se rumoreaba que podía ser la última película del canadiense Denis Villeneuve, sospecha confirmada cuando Ángel Sala salió a presentar la película y agradecer a todos nuestra presencia. Bajo unas medidas de seguridad a la altura de la magnificencia del filme –guardias de seguridad delante de la primera fila ataviados con visores especiales, con el fin de vigilar que ningún asistente sacase su móvil o cualquier otro aparato para grabar unas imágenes que ni siquiera se han estrenado en EE.UU–, lo cierto es que todos los presentes quedamos fascinados ante la capacidad del realizador para jugar con el espacio y el sentido de la gravedad a la hora del primer encuentro de la humanidad con seres extraterrestres. Un instante que remitía, con descaro y a modo de sentido homenaje, al de 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), así como a lo largo de su metraje se notarían resonancias de otras cintas clásicas de ciencia ficción, pero cuyo importante trasfondo Villeneuve renueva para ubicalo en el terreno de la irreversibilidad de la pérdida y la (de)construcción de los sentimientos humanos, y así hablar sobre nuestra manifiesta incapacidad de comunicación y la clave que supone el lenguaje (humano o no) en el devenir de la especie, auténtico símbolo de crecimiento de nuestra civilización y del universo entero. Un mangífico modo de cerrar un festival que ha mantenido un nivel alto en las proyecciones de sus diferentes secciones, alcanzando, ocasionalmente, la excelencia.


 

Nos saltamos la sesión de clausura y todos los fastos de su gala, incluido el pase de The Limehouse Golem (Juan Carlos Medina), para descansar de estos días de chute de cine en vena, relajarnos y charlar tranquilamente con los compañeros (de cine o no). Nos llevamos a casa nada más y nada menos que 41 visionados –de los cuales los más destacados os he dejado impresión detallada aquí durante estas dos semanas– que se trasladan en una buena lista de películas para adquirir y volver a ver en el futuro próximo. Ahora ya contamos los días para la siguiente edición, que será la del tan ansiado 50 aniversario del festival, lo que acarreará multitud de eventos y sorpresas. ¡Larga vida a Sitges! ¡Larga vida al mejor fantástico!

Como colofón, a continuación os dejamos el Top-10 de Doble Kulto Cinema de Sitges 2016, absolutamente personal (e intransferible), como no podía ser de otro modo:

  1. The Neon Demon
  2. Interchange
  3. The Eyes of my Mother
  4. El extraño (The Wailing)
  5. Las Tinieblas
  6. Remainder
  7. Under the Shadow
  8. Terraformars
  9. The Transfiguration
  10. A Dragon Arrives!

 

Menciones especiales, fuera de categoría por no entrar en competición, para la reposición de Begotten (1990), la tremenda cinta de carácter experimental y filosófico de E. Elias Merhige; Arrival y Voyage of Time, reseñadas en esta entrada; y Colossal, la nueva, cachonda y profunda película de Nacho Vigalondo (comentada en la primera crónica que publicamos).

 

Imagen promocional de la 49 edición del festival de Sitges

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