Secta siniestra, en Blu-ray por Vinegar Syndrome
febrero 11, 2020 por Roberto García-Ochoa Peces
Hace unos meses el sello norteamericano Vinegar Syndrome volvió a publicar un título español considerado de culto, como es Secta siniestra (1982), tras la loable recuperación que hiciera de La corrupción de Chris Miller, dirigida en 1973 por Juan Antonio Bardem. Se trata de la antepenúltima película que dirigiera el tarraconense Ignacio F. Iquino, uno de los nombres clásicos de nuestro cine, con una filmografía que ronda el centenar de títulos, y que aquí incurrió en el territorio del terror sin ambages. Ofrecemos a continuación un repaso a la edición, el primer Blu-ray de la película que se publica a nivel mundial, prestando atención tanto a su continente como al contenido, y acompañado de unas líneas previas con un comentario de la obra.
El que nos ocupa se cuenta como uno de los filmes más bizarros de nuestro cinema bis; una retahíla de despropósitos adyacentes al horror, con especial hincapié en la temática satánica, que pretende remedar algunos de los patrones que dictaran cintas clásicas de gran éxito internacional, caso de La semilla del diablo (Rosemary’s Baby, Roman Polanski, 1968), La profecía (The Omen, Richard Donner, 1976) o El resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, 1980), entre otras, pero que, de la mano de Iquino & cia., solo puede disfrutarse desde el mayor de los ánimos desprejuiciados. El argumento, si aplicase, versaría en torno a una suerte de secta satánica que, promovida por el Dr. Gerard (Juan Zanni) -asistente de ginecólogo en posesión de semen del mismísmimo Satán y capaz de concebir, mediante su inseminación (eso sí, a hurtadillas), a su vástago dentro de la desprevenida e inocente paciente Helen (Emma Quer)-, con la imprescindible ayuda de Henry Ragoud, y de Concha Valero en la vertiente femenina, no hace sino sembrar el terror en derredor de aquella y su marido, Frederick Payne (Carlos Martos), quien deambula ciego en su mansión debido al ataque de ira previo que sufre su antigua mujer (Diana Coca), a la que trata de mantener recluida en una buhardilla ante sus continuos y virulentos ataques de celos.
Circulan por las imágenes irrupciones de gore con motivo de reventón de ojos o rebanada de cuellos, una antiheroína hacha en mano bajo grandes sobreesfuezos por aparentar sostenerlo y deshincarlo de las puertas donde lo clava sin ton ni son, murciélagos de juguete moviéndose al son de unos hilos (flaco favor, respecto al disimulo previo, el que otorga aquí la límpida imagen en alta definición del nuevo máster creado por Vinegar Syndrome), o un émulo de bebé demoníaco cuya bastardía ya hubiera querido para sí el de A Serbian Film; además, claro está, del propio porte que incorpora el referido Zanni, cuyo peculiar rostro aguileño, perilla bien perfilada y frondoso cabello terminan de redondear la pátina antiacongojante que preside el asunto.
El responsable de semejante despiporre fílmico es el referido Ignacio F. Iquino, quien aquí volviese a parapetarse tras un seudónimo anglosajón, en esta ocasión el de Steve McCoy, leve variante del previo Steve McCohy con el que había firmado La banda de los tres crisantemos (1970), adherida al cine policíaco, o Los fabulosos de Trinidad (1972), perteneciente al Spaghetti Western con bis cómica, ambas coproducciones con Italia en dos de los muchos y variados géneros que transitó a lo largo de su extensa y muy irregular filmografía, cuyos inicios datan de los años treinta del pasado siglo. Cabe resaltar que, curiosamente, Secta siniestra -o Bloody Sect, según se presenta en el mercado videográfico norteamericano- fue su única incursión en el cine fantástico y de terror, una deriva sorprendente (o quizá no tanto) habiéndose especializado, en los años previos, en el cine erótico soft, terreno en el que entregó cintas de cierta popularidad como La caliente niña Julietta (1981) o Los sueños húmedos de Patrizia (1982), así como en un cine criminal de tufo retrógrado -si bien chocante en extremo para la sociedad española de la época- durante la década de los setenta, caso de Aborto criminal (1973) o Los violadores del amanecer (1978).
El sello estadounidense Vinegar Syndrome recupera esta curiosidad de nuestra cinematografía por primera vez en HD, a partir de un escaneado en resolución 2K del negativo original en 35 mm. que respeta la relación de aspecto de 1.85:1 en la que fue rodada la película; ello permite disfrutar de una imagen limpia de imperfecciones y otroga la que, muy probablemente, será la versión definitiva de Secta siniestra para el mercado doméstico. En cuanto al sonido, se presenta una única pista, la original en español, codificada en DTS-HD Master Audio y con sonido monofónico, pudiéndose aplicar un comentario similar al del audio en este apartado; reseñar que tiene subtítulos en inglés opcionales, creados exprofeso bajo una nueva traducción y que, en caso de elegirse, se visualizarían en color amarillo sobreimpresionados en la parte inferior de la pantalla. Por último, en el apartado de extras, tan solo disponemos de un breve clip que entremezcla imágenes y carteles de la película, y de una pista con un audiocomentario de la escritora y crítica cinematográfica Kat Ellinger, editora jefe de la revista Diabolique Magazine; un contenido más que interesante en el que desgrana no tanto las curiosidades de este filme como, sobre todo, algunos de los avatares de nuestro «fantaterror» y la sexploitation española, pero que solo podrán disfrutar aquellos que dominen el idioma inglés, ya que carece de subtítulos.
A continuación, un reportaje fotográfico de esta espléndida edición publicada por Vinegar Syndrome, que tiene una carátula reversible y que, en su tirada inicial (de venta exclusiva en la web del sello), tiene el aliciente de presentarse bajo una funda con llamativos relieves y brillos que pueden observarse en detalle a continuación (pincha en cualquier imagen para acceder a la galería):