Las mejores películas estrenadas en 2018
Deja un comentarioenero 6, 2019 por Roberto García-Ochoa Peces
Acaba de empezar el nuevo año cinéfilo y Doble Kulto Cinema no podía faltar a su tradicional lista recopilatoria de lo mejor del curso ya finalizado. Lo que sigue es una selección a título personal del abajo firmante, dentro de un 2018 en el que cineastas provenientes de latitudes opuestas en el mapa han desplegado sobre el set problemas concernientes a sus respectivas sociedades, tanto desde una atalaya elevada como adentrándose en la oculta y en ocasiones difícil intimidad del hogar, y que vistos en conjunto vienen a conformar una suerte de crisol cinematográfico, tan bello en su concepción como doloroso en su recorrido parabólico. Desde aquí brindo con usted, apreciado lector, por un 2019 tan o más provechoso. Incluso fuera de la sala de cine.
10 – Lucky (John Carroll Lynch; EE.UU., 2017; Fecha Estreno: 04-05-2018)
El debut en la dirección del actor John Carroll Lynch -visto en Fargo (Joel Coen, Ethan Coen, 1996) o El fundador (John Lee Hancock, 2016)- es un canto al ocaso de la vida sin más rastros de tragedia o comedia que los que es capaz de imaginar el carismático Harry Dean Stanton, protagonista único de una obra que no es sino el sentido homenaje que algunos de sus mejores amigos en la profesión (David Lynch, Tom Skerritt o Barry Shabaka Henley) quisieron brindarle, conscientes, todos ellos y también él mismo, de su inminente desaparición. Comedia espontánea, conversaciones de pub y fugas oníricas para acompañar el paseo en círculo de una figura que se asemeja al galápago que entra y sale del plano, ajena a las radiaciones del exterior. Una auténtica y gozosa ración de existencialismo nonagenario. Leer crítica y fotos de la edición en DVD.
9 – Misión: Imposible – Fallout (Mission: Impossible – Fallout; Christopher McQuarrie; EE.UU., 2018; F.E.: 27-07-2018)
La sexta entrega de las aventuras protagonizadas por el agente de espionaje secreto Ethan Hunt vuelve a unir a Tom Cruise y el director (y guionista) Christopher McQuarrie, tras la anterior película de la saga –Misión imposible: Nación secreta (2015)- y Jack Reacher (2012). Y ofrece una nueva dosis de adrenalina fílmica servida en un carrusel de set pieces de acción que se despliegan a ras de suelo, y aceleradas con estruendo a la velocidad de una motocicleta de alta cilindrada por entremedias de una París sitiada por peligrosos hombres de negro. Otro nuevo espectáculo que continúa prolongando el fértil aprovechamiento de la serie televisiva original, creada por Bruce Geller en el año 1966, y que viene a potenciar y dignificar el noble arte de un entretenimiento al alcance de todos los públicos.
8 – Roma (Alfonso Cuarón, México, EE.UU., 2018; F.E.: 05-12-2018)
Regresa Cuarón a la intimidad de su tierra, sus orígenes y gentes y con ello estrena uno de los mejores títulos de la temporada… y de su carrera, que cuenta con este su octavo largometraje en solitario. Polémicas sobre medios y plataformas de exhibición al margen (¿acaso no es lo importante que películas de esta calidad estén al alcance de todos y, por tanto, puedan verse de una manera u otra?) esta historia sobre la criada de una familia de clase media-alta en el México de comienzo de los setenta ilustra, en preciso -y precioso- blanco y negro, el doloroso transcurrir de la vida en segundo plano. La normalización de la ausencia de protagonismo dentro del maremágnum de acontecimientos virulentos vividos en una sociedad libre de normas, primitiva en esencia y en constante (re)construcción. Donde la candidez humana aún es difícil de comprender. No digamos aprehender.
7 – Hereditary (Ari Aster; EE.UU., 2018; F.E.: 22-06-2018)
Si el año pasado fue Jordan Peele con Déjame salir, y en 2016 Robert Eggers a través de La bruja, en este 2018 recientemente expirado el encargado de dar un sonoro puñetazo sobre la mesa del horror ha sido el también estadounidense Ari Aster. Jóvenes talentos cuyas pupilas se han alimentado de los títulos de género señeros, cuyas bases fundacionales han sabido adoptar y reformular con la incorporación de nuevos códigos de cara a sorprender al público millennial del cual forman parte. Hereditary es un maquiavélico cuento sobre la perversidad de nuestra especie, condenada por el desconocedor jugueteo con las entidades del más allá y atormentada por una imposible redención. Solo cabe postrarse ante los elocuentes movimientos que suceden intramuros y detenerse a observar el pavor que genera el fondo del plano para multiplicar el potencial de lectura(s) de una obra a la que el aficionado del terror volverá con insistencia.
6 – Burning (Beoning; Lee Chang-dong; Corea del Sur, 2018; F.E.: 19-10-2018)
El regreso del cineasta surcoreano Lee Chang-dong ha tardado casi una década en llegar -su filme anterior es Poesía y data del año 2010-, pero este no puede ser más provechoso. En Burning adapta el relato Quemar graneros, de Haruki Murakami, y entrega una historia que se ve inundada de la extraña sensibilidad que siempre ha caracterizado la obra del reputado escritor de origen japonés, estableciendo, a través de su cámara, un elegante y poético baile alrededor de un personaje central cuya soledad y desorientación vital va a acabar afectando a las pocas personas que le rodean. Película de imágenes íntimas y cocinada a fuego lento para que su mensaje acerca de la desafección y el descarnado choque de clases presente en su sociedad (en toda sociedad) cale hondo sobre el espectador más sensible.
5 – Climax (Gaspar Noé; Francia, Bélgica, EE.UU., 2018; F.E.: 11-10-2018)
La ganadora en la 51 edición del Festival de Sitges es la nueva china en el zapato de Europa que propone el controvertido realizador argentino Gaspar Noé. Afincado en Francia desde hace muchos años, su nueva película supone una inteligente, corrosiva y extraordinariamente incómoda parábola sobre los males incurables de la sociedad que le ha visto crecer y convertirse en uno de los enfant terribles de su cinematografía. Una sucesión de deslumbrantes imágenes rodadas en plano secuencia que extiende la alienación de los jóvenes protagonistas y consigue transmitir con precisión su proceso de descomposición merced al vendaval de música electrónica que mueve sus cuerpos de forma espasmódica, retratándolos con violentos movimientos de cámara que tienen como único fin el de su (auto)destrucción. Desoladora visión sobre la creciente quiebra de nuestro, en apariencia, impecable pueblo vecino, un país donde la feliz convivencia racial parece haberse roto con no poca virulencia de un tiempo a esta parte.
4 – Custodia compartida (Jusqu’à la garde; Xavier Legrand; Francia, 2017; F.E.: 20-04-2018)
¿Cuáles son las consecuencias de una separación para los que permanecen en medio? Una cuestión nada baladí a la que han de enfrentarse, día a día, miles de personas en nuestra colérica y mercantil sociedad del bienestar individual, generadora de monstruos de difícil parangón. El debutante Xavier Legrand pone el acento fílmico sobre un relato extraordinariamente complejo y delicado como es el adentramiento en los designios de una familia descompuesta, y lo hace manteniendo un pulso tenaz pero admitiendo una óptica frontal en su empeño. Custodia compartida nace herida de muerte desde una burocracia tan mecánica como inservible, crece a raíz de dolorosas interacciones que provocan ira interior y escupen agresión hacia el exterior, y muere inundando el plano del terror más acongojante que pueda presenciarse en esta temporada.
3 – Lazzaro feliz (Lazzaro felice; Alice Rohrwacher; Italia, Suiza, Francia, Alemania, 2018; F.E.: 09-11-2018)
Otro regreso feliz, el de la directora y guionista proveniente de la Toscana Alice Rohrwacher –El país de las maravillas (2014); Corpo Celeste (2011)-. Se adivina un carácter profundamente autobiográfico en esta historia de iniciación y descubrimiento vital por parte de la directora, cuyo alter ego en la pantalla estaría representado en el papel que encarna Adriano Tardiolo. El grado extremo de pureza que caracteriza el cuerpo de este, su inocuo transitar por los espacios que le rodean, ajeno a las complejidades de lo que aparentan ser sus congéneres, así como su límpida mirada, unido al carácter extrasensorial, sutilmente crítico y elevado a un mismo tiempo, que la joven directora confiere a sus imágenes, hacen de Lazzaro felice una de las películas más originales, inquietantes y también dolorosas que hayamos podido presenciar en los últimos tiempos. La magia cinematográfica del 2018.
2 – El hilo invisible (Phantom Thread; Paul Thomas Anderson; EE.UU., Reino Unido, 2017; F.E.: 02-02-2018)
Paul Thomas Anderson se ha convertido, por méritos propios, en uno de los cineastas más reputados del panorama internacional. Aunque las temáticas que aborda en sus cintas sean opuestas, su lenguaje es universal, y apunta directamente hacia la psique de los personajes que inundan sus complejas ficciones. El hilo invisible no es diferente, y en ella filma, con la elegancia de un sastre y la templanza de un maestro musical, la tormentosa relación de una pareja a priori improbable y desigual, donde el ansia perfeccionista se sitúa por delante del cariño y los sentimientos de necesidad y sumisión afloran y se confunden con recurrencia. La rigurosa atención por cada detalle, sea ornamental o incorporado por alguno de los intérpretes, destapará, empero, la verdadera belleza que anida en un relato enaltecido a partir de la refinada clase que es capaz de transmitir Daniel Day Lewis, cuya nueva unión con Paul Thomas Anderson se antoja inquebrantable. Auténtica ingeniería de las emociones.
1 – Sin amor (Nelyubov; Andrey Zvyagintsev; Rusia, Francia, Alemania, Bélgica, EE.UU., 2017; F.E.: 26-01-2018)
Acostumbrado a realizar enconadas parábolas sobre la convulsa sociedad de su país, Rusia, tal y como ya demostrara en Elena (2011) y Leviatán (2014), Andrey Zvyagintsev regresó en 2017 para entregar su filme más redondo y maduro hasta la fecha. Un dechado de finura estilística, trazo narrativo y poder visual que denuncia la pérdida de perspectiva de la sociedad por los seres más desprotegidos, aun bajo propio parentesco, toda vez los problemas adultos consumen el tiempo y el espacio de nuestros malditos quehaceres. La diana geográfica es muy clara y convive con una rabiosa actualidad, pero su onda expansiva se antoja tan letal como irrefrenable, por lo que el poso de desafección que deja su visionado permanecerá invariable con el transcurso de los meses. La caprisosa madeja de nuestra especie, sometida a una honda cirugía. La buena nueva es que estamos en buenas manos. La mala, que el tumor se encuentra triste y fatalmente extendido sobre el paciente.